GoPro: una mirada desde adentro a la cámara estrella

Publicado el 09 octubre 2014 por Juan Pablo García Cortés @Juanpis

¿Por qué una cámara se hace tan popular de la noche a la mañana? ¿Qué tiene que se destaca entre las preferidas? Aquí las miradas a favor y en contra de la camarita que está imponiendo un nombre a un tipo de fotografía y el por qué de este fenómeno.

En épocas donde el fenómeno selfie es tan popular, la GoPro es su gentil documentador. Éstas camaritas fueron diseñadas para que los usuarios puedan incorporar una cámara en ellos mismos y así capturar momentos y compartirlos. “Hacemos cámaras versátiles”, dice Nicholas Woodman, creador y fundador de la empresa que ya está valuada en 3000 millones de dólares.

¿Pero qué diferencia a esta camarita de cualquier otra cámara digital? La idea principal del producto es crear experiencias desde la mirada subjetiva que permite colocar una cámara hiper portable que pesa apenas 200 gramos y mide 4x6x3 cm en un casco, en la muñeca o mediante los múltiples accesorios que ofrece la marca con la intención de tener las manos libres para las actividades.

Es que la GoPro nació para ser utilizada en la muñeca de los surfers (sí, es sumergible hasta una profundidad de 60 mts) pero rápidamente se extendió el uso a todos aquellos apasionados de los deportes [1], o no tanto. Ni lerdos ni perezosos, los creadores de la GoPro introdujeron una gran diversidad de accesorios destinados a los diferentes públicos. Desde arnés para perros, para adultos y para niños, hasta soportes para tablas de surf, bicicletas o autos.

Lo que parece, lo que es

Lo primero que se destaca con una GoPro en la mano (¡entra en la palma de la mano!) es que no tiene visor ni pantalla, lo cual en principio es una gran desventaja porque no se puede chequear el encuadre ni se puede mirar las fotos una vez sacadas. Es una complicación para los ansiosos que nos acostumbramos a sacar fotos y mirarlas instantáneamente. Con las primeras versiones de la GoPro no se puede mirar las fotos hasta descargarlas en una computadora, ya lejos del efímero momento del acontecimiento, y no se tiene la mas pálida idea de la captura.

Sin embargo, GoPro le dio una vuelta de tuerca a las últimas versiones del producto. De la GoPro Hero en adelante, vienen con la función Wifi, lo cual permite conectar la cámara a un smartphone y disponer de la pantalla del celular para ver esas fotos en el momento. Otra de las grandes incorporaciones a las últimas versiones es el control remoto, ideal para ubicar la cámara en los lugares mas extremos y no necesitar estar ahí para disparar.

Pero esto de no tener visor incomoda. Y es que tampoco se puede hacer ajustes a la configuración del diafragma ni obturación. Aunque, nobleza obliga, la calidad de imagen de esta camarita suele compensar esa falta. Tiene una increíble luminosidad capaz de filmar en muy buena calidad hasta en lugares oscuros.

En la práctica, verdaderamente no hay que hacerse demasiado problema por no poder ver el encuadre de la foto en una pantalla, ya que el lente te permite un plano angular de 127° en FULL HD y 170° en HD. Con lo cual, en realidad, es bastante difícil no darle al objetivo con semejante ángulo.

La GoPro sólo dispone de 3 botones; el botón de captura, el botón lateral, para prender o apagar el Wifi, y el botón frontal, que corresponde al menú. Este menú dispone de varias funciones de cámara: filmadora, con opciones en la captura, foto, foto con timer y la opción ráfaga con múltiples opciones de configuración como cantidad de fotos disparadas por segundo y/o el lapso de tiempo entre captura y captura. Por todo lo dicho, la cámara es mucho más de lo que parece y su potencial está en la creatividad del usuario para crear imágenes.

La campaña de marketing más pro

Sin dudas los creadores de la GoPro lograron un producto deseable. Pero en épocas donde el contenido es el rey, lograron el sueño de todo gerente de marketing: que los mismos usuarios sean los creadores de contenido. Los videos que se convierten en virales son creados por los propios usuarios que día a día suben unos 6000 videos a YouTube con el hashtag #GoPro, en busca de ser la próxima estrella resaltada de la empresa. Tal fue el furor que actualmente, la empresa tiene un equipo de personas dedicadas exclusivamente a encontrar el video e imagen del día y destacarlos en sus redes.

En sus comienzos, la compañía empezó contratando a profesionales de deportes extremos para que se filmen haciendo lo que mejor saben hacer. De ésta forma los espectadores tenían la posibilidad de vivenciar de alguna manera, la experiencia del snowboard [2] desde los ojos de por ejemplo, Shaun White ganador de la medalla olímpica en este deporte.

El próximo paso de la compañía de la camarita es estimular con USD$1000 a los usuarios de GoPro que alcancen el millón de visualizaciones en YouTube. Claro que la recompensa no es sólo económica, sino los deseados 15 minutos de fama en el mundo. De ésta manera, la empresa desafía la creatividad de los usuarios y estimula la competencia entre ellos destacando todos los días una imagen ganadora.

¿Pero qué es realmente lo que hizo de estas camaritas un fenómeno? La marca creó un estilo de vida. Una identidad de marca que se conecta con lo que mueve a las personas: las emociones. He aquí la clave: Las GoPro permiten a los usuarios compartir sus momentos de mayor felicidad, cuando están brillando en sus pasiones. Les dio una nueva forma de expresarse, de mostrarse al mundo como son cuando están haciendo lo que aman.

Fuente: DonWeb.com [3]