Ayer, después de la comida, me tumbé en el sofá de mi casa y como es habitual comencé a hacer zapping en la Televisión, buscando algún programa, película o serie que fuese de mi interés. Tras pasar, de manera muy rápida, los canales más habituales, por emitir, en mi opinión, películas más que mejorables, encontré en un canal de esos minoritarios, un film antiguo, que acaba de comenzar, y que por unas causas u otras, yo, aún no había visualizado. Ese largometraje se titulaba “Gordos”. Una película española, dirigida por Daniel Sánchez Árevalo y protagonizada entre otros por Antonio de la Torre, Roberto Enríquez, Veronica Sánchez, Raúl Arévalo, Teté Delgado o Leticia Herrero.
Pues bien, en la película, con un trasfondo social muy marcado, se puede ver la vida cotidiana, sus problemas, miedos, inquietudes y complejos de 5 familias totalmente diferentes entre sí, personas que comienzan una terapia para perder los kilos que les sobran. Un homosexual, un matrimonio con sobrepeso pero felices y sus dos hijos adolescentes, que encarnan lo que hoy llamaríamos “bullying”, de uno y sus amigos del Instituto hacía su hermana con sobrepeso. Una pareja ultra-católica que comienzan a cambiar, y mucho, a lo largo de la cinta, debido a la pérdida de peso de ella y como consecuencia al inicio de los celos por parte de él. Una joven cuyo novio se tiene que ir fuera de España por trabajo y su soledad la vive comiendo de manera continuada. Y por último el terapeuta, personaje delgado pero cuyo embarazo de su pareja cambia su vida de forma radical.
Así, a lo largo de las casi dos horas que dura la película, se ve como la gente cambia a lo largo de su vida, como su cuerpo y sus kilos les hace vivir de una forma u otra, como a través de cosas que para mucha gente parecen insignificantes nos puede cambiar la vida para siempre o como la sociedad obliga a las personas a un canon de belleza, en muchos casos irreal y prácticamente imposible de mantener en el tiempo.
Por todo ello, la película, en mi opinión, es un acto de rebeldía hacia una sociedad basada en un tipo de belleza muy marcado, al que todo el mundo debe llegar, aunque sea a costa de nuestra salud y como la gente, sobre todo entre los adolescentes, es tan cruel con el que es un poquito diferente al resto y como la sociedad puede influir tanto en tu dieta y cuerpo.
Por último, quiero destacar que la gente se cuide, que la obesidad es una enfermedad que hay que tratar, pero que la gente pierda kilos, el que lo necesite, por salud no por lo que diga la sociedad. Y si algún día queréis perder peso, lo mejor será comer sano y hacer ejercicio. Olvidaros de pastillas mágicas y dietas milagrosas. Todo eso lo único que puede conseguir es dañar vuestra salud hasta un punto que no podéis llegar a imaginar.