ESENCIA CLÁSICA
Alejandro, que lleva su buena experiencia a cuestas, no es ningún “thrillero”, como diría Mariano Sánchez Soler, sino que se mueve entre los parámetros de quien ha leído mucha novela negra y sabe ser respetuoso con sus cánones. Sólo si entendemos ese punto de partida disfrutaremos de verdad de este comisario Gorgonio, zumbón, fumador, malhablado y directo, muy directo siempre, lo cual es una ventaja que los lectores no tenemos más remedio que agradecer.
Gorgonio está al borde la jubilación, tiene un jefe un tanto déspota pero que conoce muy bien sus virtudes, y un equipo alrededor en el que hay un subordinado fiel con la mano y el puño siempre dispuestos, una policía con la que comparte algo más que casos, y un forense con el que se pelea día sí y día también, amén de un esporádico colaborador de orígenes galaicoportugueses que parece encarnar el futuro. Fuera de lo profesional, hay también huellas indelebles, el padre que se ha puesto a escribir en la residencia y a venderle su libro a cualquiera, y sobre todo el hijo treintañero que, digamos, es la quintaesencia del nini, por ser un poco generosos con él…, cuando le conozcan lo entenderán.
Así que prepárense para disfrutar de un personaje que vale su peso en oro, y flaco precisamente no está, se lo aseguro, un tipo que derrocha un humor tan ácido como ocurrente, y que tiene un ojo clínico que ya quisieran muchos. Los mimbres más clásicos del género están en buenas manos cuando es Alejandro Gallo quien se pone a la faena de escribir. Loores para Gorgonio y los suyos.
‘Gorgonio, comisario emérito’.
Alejandro M. Gallo
Reino de Cordelia. Madrid 2023.
625 páginas.