Göring, Pío XII, Lutero y las moscas, etc.

Por Mauriciojaviercampos @mauriciojcampos
Comentarios, apuntes, notas sobre la Iglesia


1Göring, Pío XII, Lutero y las moscas, etc.

El arzobispo Pacelli, futuro Papa Pío XII, abandona el palacio presidencial en Berlín, en marzo de 1929. (La foto ilustra la edición española del libro El Papa de Hitler, la verdadera historia de Pío XII, de John Cornwell, Planeta, Buenos Aires, 2000).
**   *1“Cuando oigo la palabra cultura, saco el revólver”. Lo dijo el mariscal Göring (jerarca nazi que se salvó por poco de la horca. Se suicidó). Aunque la frase se le atribuyó también a otros miembros del régimen, y que esta fue extraída de una obra de teatro que se estrenó para el cumpleaños de Hitler en 1933.
2Si Göring quería mutilar la cultura a balazos, ¿cómo juzgar a Pío XII que jamás condenó esos excesos? (Nota: Revisar El Papa de Hitler. La verdadera historia de Pío XII, de John Cornwell y Pío XII y los judíos, de Manuel Espadas en la revista La aventura de la Historia, año 4, Nº 45, julio 2002): “Pío XII se situó en un difícil equilibrio entre las potencias y se abstuvo de condenar cualquiera de sus políticas.” “Desde finales del XIX y principios del XX, el mundo católico desarrolló un amplio antisemitismo social y político. Los judíos se presentaban como la quintaesencia de una modernidad que amenazaba con descristianizar la sociedad. Desde esa perspectiva, la Iglesia aprobaba la legislación discriminatoria contra los judíos introducida en los años 30 en algunas dictaduras, a fin de separar a los católicos de los judíos, que eran vistos como los enemigos de la religión. Fue esa actitud la que hizo que la Iglesia inicialmente no alcanzara a comprender la diferencia cualitativa que suponía el antisemitismo nazi que aspiraba al exterminio total. Todos estos factores impulsaron (…) a Pío XII a escoger el silencio, convencido de que una toma de postura de la Santa Sede podría empeorar la situación. No se dio cuenta de que lo peor ya había llegado.”
3Otro que mordió una cápsula de cianuro fue el temible jefe de las SS hitlerianas, Heinrich Himmler. Su hija controlaba una organización de ayuda a los nazis sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial. Según Clarín (1998): “Stille Hilfe nació en noviembre de 1951 bajo el manto protector combinado de miembros de la aristocracia alemana y distinguidos personajes de las iglesias católica y protestantes germanas, inspirados sin dudas por un grupo de ex jefes nazis. Presentada como una organización humanitaria, la fundadora del socorro nazi fue la princesa Helene von Isemburg, quien pidió al papa Pío XII la liberación de 700 altos jefes del Tercer Reich.”
4Dice la Taxa Camarae (documento promulgado por el papa León X en 1517 y citado por Pepe Rodríguez en sus Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica): Art. 17: “El obispo o abad que cometiese homicidio por emboscada, por accidente o por necesidad, pagará, para alcanzar la absolución, 179 libras, 14 sueldos.”
5Enfrentado con la autoridad papal, Lutero provoca la Reforma (1522). Cito una parte del texto Los masones y los templos del siglo XX: “Advirtió Bertrand Rusell, en su libro Religión y Ciencia, que Lutero le tenía aversión a las moscas. Dijo: “San Agustín se confesaba ignorante respecto a la razón de Dios para crear moscas. Lutero resolvió más atrevidamente que habían sido creadas por el diablo, para distraerlo a él cuando escribía nuevos libros”. Años después, supe que los antiguos judíos llamaban al diablo Belcebú, que significa el señor de las moscas.”
6Nuevamente la Taxa: Art. 1: “El eclesiástico que incurriere en pecado carnal, ya sea con monjas, ya con primas, sobrinas o ahijadas suyas, ya, en fin, con otra mujer cualquiera, será absuelto, mediante el pago de 67 libras, 12 sueldos.”Art. 2: “Si el eclesiástico, además del pecado de fornicación, pidiese ser absuelto del pecado contra natura o de bestialidad, debe pagar 219 libras, 15 sueldos. Más si sólo hubiese cometido pecado contra natura con niños o con bestias y no con mujer, solamente pagará 131 libras, 15 sueldos.”
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La revista masónica Verbum (Año II, Nº 19, 1936), cita la Tarifa Cancelaria y Penitenciaria de Juan XXII (1320), que establece pagos a cambio de indulgencias en los siguientes casos:
"Por la absolución del que hubiese poseído a una mujer en una iglesia y cometido otros desmanes (...).
Por la absolución de un clérigo concubinario con dispensa de la irregularidad, y esto a pesar de las prohibiciones provinciales y sinodales (...).
Por la absolución del que hubiese cometido incesto con su madre, su hermana o cualquier otra mujer que fuera su parienta por sangre o alianza o bien con su madrina (...).
Por la absolución del que hubiese desflorado a una virgen (...).
Por la absolución de un perjuro (...).
Por la absolución del que hubiese muerto a su padre, a su madre, a su hermano, o su hermana, a un pariente laico (aquí fija un valor por cada muerto) y luego añade: Si hay un pariente clérigo entre el asesinado, deberá el matador ir a visitar la Santa Sede.
Por la absolución de la mujer que con el auxilio de un brebaje o cualquiera otra maniobra, hubiera muerto al hijo que llevaba en su vientre (...) Nota: Si el hombre que hubiese empleado las maniobras antedichas fuese un clérigo y hubiese muerto al hijo en el seno de su madre, se le tratará como si hubiese muerto a un laico. La pena indicada es igual".
Otras situaciones contempladas para el tráfico de indulgencias: "Por la absolución de pillaje, incendios, robos y asesinatos de laicos con dispensa (...)".
8Simón de Montfort, en plena cruzada contra los Cátaros en 1209, y ante el problema de distinguir a los herejes de los que no lo eran: “Mátenlos a todos, Dios reconocerá a los suyos”.
9Graham Greene, en Vías de escape: “Esto me recuerda otro almuerzo memorable en una suite del Dorchester, cuando Sam Zimbalist me preguntó si quería revisar la última parte de un guión que había preparado para otra versión de Ben Hur: “Lo que nos preocupa es que la acción decae después de la Crucifixión”, dijo.”

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2De Umberto Eco a Lisandro de La Torre : El nombre de la rosa, las visiones apocalípticas e inquisitoriales y los masones

"El Estado debe ser neutral. Las teocracias fueron siempre funestas, y en cualquier parte lo es la infiltración del clericalismo en la enseñanza y también en la justicia". Lisandro de La Torre

Lisandro Nicolás de La Torre (1868-1939). Político, abogado y masón.
Historia, libros y versiones fílmicas 
"Como hasta las más laicas de entre las ciencias humanas nos enseñan, son los demás, es su mirada, lo que nos define y conforma".Umberto Eco.
"Lo atractivo para Eco, no son las conspiraciones en sí, sino la paranoia que les permite florecer. Hay muchas conspiraciones pequeñas y en su mayoría son expuestas, dice. Pero la paranoia de la conspiración universal es más poderosa porque es eterna. Nunca se puede descubrir porque no se sabe quién participa. Es una tentación psicológica de nuestra especie. Karl Popper escribió un excelente ensayo sobre eso, donde dijo que empezó con Homero Todo lo que pasa en Troya fue planeado la víspera en la cima del Olimpo por los dioses. Es una forma de no sentirse responsable de algo. Por eso las dictaduras usan la noción de la conspiración universal como arma. Durante los primeros diez años de mi vida, fui educado por fascistas en la escuela, y usaban la conspiración universal -que los ingleses, los judíos y los capitalistas estaban complotando contra el pobre pueblo italiano, se decía entonces-. Con Hitler fue igual. Y Berlusconi se pasó todas sus campañas electorales hablando de la doble conspiración de los jueces y los comunistas. Ya no hay más comunistas dando vueltas, aunque los busquemos con linterna, pero para Berlusconi ahí estaban tratando de tomar el poder".Umberto Eco; Clarín, 14/12/2012. Extracto de una entrevista.
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Siempre vuelvo a ver El nombre de la rosa, fascinado por su galería de personajes. Del venerable Jorge, basado en Borges a Bernardo Gui y el apocalíptico Ubertino de Casale. Como libro es mejor que El péndulo de Foucault del mismo Eco, y como película supera ampliamente a El club Dumas de Arturo Pérez-Reverte filmada por Roman Polanski como La última puerta. Aunque confieso mi debilidad por otra de las novelas de Reverte, La tabla de Flandes.
Viendo al desquisiado Ubertino, recordé la visita de Bernard McGinn (1) a la Agentina y su referencia a este monje cultor de la tradición apocalíptica: "Ubertino de Casale (c. 1259 - c. 1330) era un espiritual (franciscano) procedente de Toscana (...) Cuando se le prohibió predicar, debido a las críticas que había dirigido contra la Iglesia carnal, se retiró al monte Alverna, donde san Francisco había recibido los estigmas. Aquí, en el año 1305 concluyó El Árbol de la vida de Jesús crucificado, el quinto libro de un extenso comentario al Apocalipsis (...) Ubertino identificaba los dos aspectos del Antichristus mystycus: el primero es la tiranía de Bonifacio VIII, el segundo la hipocresía de su sucesor, el papa Benedicto XI (1303-1304). Ubertino pone de manifiesto que la identificación de papas individuales con el Anticristo estaba bien establecida a principios del siglo XIV".
Sobre Bernardo Gui, autor de un famoso manual para inquisidores titulado Practica officci inquisitionis heretice pravitatis del 1323-1324 (2), sostiene Edward Burman (3): "Según la bula Licet ex omnibus, promulgada por Inocencio IV en 1254, los inquisidores debían ser enérgicos en sus prédicas y llenos de celo por la fe; tras el Concilio de Vienne en 1311, se exigía tener como mínimo cuarenta años de edad y se suponía que los inquisidores eran hombres sabios y maduros, además de capaces de imponer su autoridad. A partir del 1300 fueron normalmente doctores legum, es decir, doctores en derecho con formación universitaria. Bernardo Gui presenta los requisitos esenciales en los términos siguientes: "El inquisidor debe ser constante, y debe persistir en medio de peligros y adversidades incluso hasta la muerte; debe estar dispuesto a sufrir en aras de la justicia, sin tentar al peligro y sin incumplir su obligación a causa del miedo. También debía ser diligente, celoso, honesto, capaz de conservar el dominio de sí mismo en todo momento y de no sucumbir jamás a la pereza. Asimismo, debía poner siempre mucho cuidado en proceder despacio en los casos judiciales, y procurar que el fallo fuese el mejor posible".
Debía de ser difícil encontrar hombres así en número suficiente, y el asesinato de los primeros inquisidores ya había servido de advertencia". (4)
"Bernardo Gui se opuso a un decreto que Juan XXII promulgó en 1317 limitando el uso de la tortura basándose en que perjudicaría la eficiencia de la Inquisición: sugirió que se incluyera la frase sin sentido de que la tortura sólo debía aplicarse con madura y cuidadosa deliberación".
"Las cifras de Bernardo Gui, que se citan con frecuencia, son interesantes por las proporciones que ofrecen: de 930 prisioneros sentenciados por Gui entre 1308 y 1323, no menos de 423 lo fueron a diversas formas de penitencia y 307 a prisión". "La dieta normal era, citando las palabras de Bernardo Gui, el pan del sufrimiento y el agua de la tribulación".En quince años de actividad Gui entregó al brazo secular aproximadamente a unas cuarenta personas para que fueran quemadas en la hoguera.
Con respecto a caída de los templarios y al papel desempeñado por Gui, apunta Burman, citando a otro autor: "Dice que Gui quedó desconcertado por las pruebas contradictorias, aunque cuesta imaginar semejante estado de ánimo en un inquisidor con la experiencia y la certidumbre de Gui. Por fuerza hemos de preguntarnos cómo podía cualquier otro hombre comprender lo que estaba pasando si un experto en perseguir herejes como Gui quedó desconcertado. En lo que se refiere a las acusaciones de hechicería o de supuesta similitud con las doctrinas cátaras que se lanzaron contra los templarios, la conclusión de Henry Lea sigue siendo válida: Tal vez la más detallada y autorizada crónica de la caída de los templarios sea la de Bernardo Gui. Es indudable que de haber habido en la orden algo que oliera a catarismo, (Gui) lo hubiese notado y mencionado".
Por último, y para no extendernos en exceso, podemos decir que: "Las dos corrientes dominicas, una de violenta represión física y otra de argumentación teológica, se fundieron en la persecución inquisitorial de la brujería. La dicotomía que existía antes (...) se disipó cuando la brujería fue institucionalizada en el transcurso del siglo XV. Es este hecho lo que puede explicar la virulencia extraordinaria de las cazas de brujas". "El poder y la astucia de la Inquisición enemiga de la brujería, una Inquisición que en esencia era dominica, ayudaron a fijar en la imaginación popular un concepto irracional (...)".
"Es difícil determinar con precisión el papel que tuvo la Inquisición en la fase de las grandes cazas de brujas, que va del 1320 al 1486. Los documentos son escasos y los historiaores discrepan en muchos detalles. Sin embargo, parece que es posible el consenso en lo que hace a dos cuestiones fundamentales: que los libros escritos por inquisidores tuvieron un papel importante en la evolución de la manía, y que el empleo de técnicas inquisitoriales tales como la tortura de los sospechosos también contribuyó a la formulación definitiva del concepto de brujería".
Los masones y las posturas científicas
Buffon, después de escribir su Historia Natural "no se consideró dispuesto a entrar en controversia con la Sorbona. Se retractó y fue obligado a publicar la siguiente confesión: "Declaro que no tengo la intención de contradecir el texto de la Escritura; que creo firmemente todo lo ahí relatado sobre la creación, tanto en lo que respecta al tiempo como a los hechos; abandono en mi libro todo lo que pueda ser contrario a la narración de Moisés"".(5)
"La predicción del fin del mundo y la descripción del infierno, dice Lisandro de La Torre (6), forman parte del sistema de conceptos terroríficos de que se vale el dogma religioso en contra de la ciencia. El Evangelio es categórico al respecto y anuncia el fin inmediato del mundo".

"El versículo 29, capítulo 34 del Evangelio de San Mateo, pone en labios de Jesús esta frase: "Y luego, después de las tribulaciones de aquellos días, el sol se obscurecerá y la luna no dará su lumbre y las estrellas caerán del cielo y las virtudes del cielo serán conmovidas". "En verdad os digo que no pasará esta generación que no sucedan estas cosas". (cap. 24, ver. 34, San Mateo).

"Pasó la generación aludida, pasó el primer siglo de la era cristiana y han pasado 1937 años y no ha ocurrido lo anunciado por Jesús. Luego la revelación es una fuente objetable de conocimientos. Pasaron los dioses del Olimpo, pasaron los Ibis sagrados del Nilo, pasaron Osiris y el buey Apis, pasaron los mitos del paganismo nórdico que intenta restaurar el señor Hitler (el artículo fue escrito en 1937), y no hay razón para que no pase mañana cualquier otro culto, fundado como los anteriores, en revelaciones anticientíficas".

"Puede verse también en la Biblia cómo Dios bajaba a la Tierra a conversar con los hombres, en los tiempos primitivos, les daba consejos y les aplicaba castigos inverosímiles. Al profeta Ezequiel le ordenó que se comiera un libro sagrado, y el profeta se lo comió (cap.3, vers. 1 y 2 de las profecías de Ezequiel), y también le ordenó que en expiación de los enormes pecados del pueblo de Israel, comiera todas las mañanas excrementos humanos; y como el profeta se quejara de la crueldad del castigo, lo autorizó a que los reemplazara con estiércol de buey" (cap. 4, vers. 12 y 15).
Bibliografía, notas y fuentes citadas
(1) Profesor de Historia de la Teología e Historia del Cristianismo en la University of Chicago Divinity School, así como resposable de la edición de los "Clásicos de la Espiritualidad Occidental", que consta de ochenta volúmenes.Del volúmen El Anticristo, dos milenios de fascinación humana por el mal, Paidós, 1994, España.
(2) "La parte tercera del manual de Gui da 47 fórmulas para sentencias; la parte cuarta proporciona 38 fórmulas para la citación y captura e herejes".
(3) Nació en Cambridge y cursó estudios de filosofía en la Universidad de Leeds. Actualmente vive y trabaja en la región de los Abruzos, en la Italia central, donde estudia las herejías del siglo XIII.Del Volúmen Los secretos de la Inquisisción. Historia y legado del Santo Oficio, desde Inocencio III a Juan Pablo II, Martínez Roca, 1988, España.
(4) Hubo inquisidores que fueron papas más adelante: Clemente IV (1265-1268); Benedicto XII (1334-1342); Alejandro VII (1655-1667). También eran ex inquisidores los grandes papas del siglo XVI Paulo IV, Pío V y Sixto V. También lo fue el papa Benedicto XVI.
(5) Bertrand Russell, Religión y ciencia, Fondo de Cultura Económica, Argentina, 1987.
(6) Obras de Lisandro de La Torre, prólogo y notas de Raúl Larra, Tomo III, Temas filosóficos, 3º edición, Editorial Hemisferio, Buenos Aires, 1957.

Afiche de la película basada en el libro de Umberto Eco.