Hace once años, un sobre bomba remitido por ETA le quitó la visión de un ojo, audición y varios dedos de las manos. El juicio se realizó recientemente. Antes se reunió con unos etarras dentro de un programa organizado por Interior. A vasco no le gana nadie, pues asegura haber nacido con la ikurriña en el biberón, no en vano su padre fue vicelehendakari, del PNV, en el exilio de París. Allí nació y allí vivió el mayo del 68 como estudiante de 17 años. Entonces, “se salió a la calle por menos motivos de los que tenemos hoy”. Asegura que ser vasco es “algo importante”, aunque él se siente “internacionalista, optimista compulsivo y del Athletic de toda la vida”. Reconocido defensor de la libertad de expresión, dirige la revista decana e icono de la Transición que acaba de cumplir 40 años: “Juan Tomás de Salas fue el alma mater de aquello y no se le ha reconocido su labor”. Se siente indignado porque se sigue ayudando a los ricos, a los bancos, pero no a quien lo pasa mal. Y se encuentra “atónito” por la falta de reacción social, “estamos como anestesiados”.
Considera que Otegi tendría que estar fuera de la cárcel desde hace tiempo; que la reinserción de los presos etarras permite avanzar porque hay que convivir y tiene claro que la clave para que ETA se disuelva son los presos.
Quedo con Landaburu en la cafetería de un hotel con vistas a La Concha en una mañana ventosa y soleada donde se respira tranquilidad; una mañana con paseos andando y en bici, baños de los más valientes y…, por fin, sin escoltas.
Landaburu es un tipo afable, positivo, de fino humor e ironía; saluda, con ese acento característico, a las gentes que…. “¡epa, ya te veo por la tele!” Colabora desde sus inicios con Gesto por la paz, desde los tiempos más duros, en los que tenía que aguantar los insultos de unos y otros; y en la Fundación MarioOnaindía. Es un afiliado de base del PSE, y se presenta a las municipales el último de la lista por su pueblo, Zarautz; pero por encima de todo es periodista.
PERIODISTA
Dirige Cambio 16, y en 2011 se ha cumplido el cuarenta aniversario de la aparición de la revista. Y claro, le pregunto por la crisis de los cuarenta… “Los medios de comunicación estamos en una situación más que delicada. Está la crisis del papel, la de Internet…, lo que hay que hacer es adaptarse y reformarse, y nosotros lo hemos hecho desde hace tiempo. No es el Cambio 16 de los años 70 u 80, pero la revista sigue en los kioscos y se va a mantener, todavía, con muchos suscriptores de la época, fieles “militantes”. La cabecera nació en 1971 y el alma mater de toda esta historia, a quien se le ha reconocido poco su labor fue Juan Tomás de Salas”.
Piensa, eso sí, que la profesión periodística se ha acomodado demasiado, que antes se iba a buscar la noticia “y ahora la noticia viene a ti. Yo digo a los jóvenes periodistas que dejen el ordenador y la redacción y salgan a la calle a buscar la información”.
Nadie puede negar que Landaburu es un luchador por la libertad de expresión, estuvo en contra del cierre del periódico euskaldun Egunkaria… “Me opuse por una simple razón: las cabeceras no delinquen, delinquen los periodistas o quienes escriben. En este caso, además, no hubo pruebas, y lo tuvo que reconocer, demasiado tarde, la justicia”.
Lógicamente es un observador de la actualidad y…, acabamos de ser rescatados, ¿cómo ves la evolución de la situación? Y el dire de Cambio 16 lo ve con gran preocupación: “No sé si algún día podremos saber verdaderamente en qué consiste, sobre todo, la letra pequeña. A mí lo que más indignación me produce es que se vuelve a ayudar a los ricos, se ayuda a la banca, pero no se ayuda a la gente que lo está pasando mal. Esto ya es un problema de fondo, España está hipotecada, como Grecia, Irlanda, Portugal…, y mañana puede ser Italia o Francia. Esto es un problema de Europa. Recientemente me comentaba Jacques Delors que Europa funcionará cuando se le dé el poder. Tenemos que volver a los principios de la Unión Europea. España, además tiene un problema de fondo estructural que viene de la época de Franco. Es necesaria una estructura económica que no esté basada en el turismo exclusivamente o en la burbuja inmobiliaria. Y estoy atónito por la falta de reacción social. Estamos como anestesiados. Yo viví mayo del 68 en París, con 17 años como estudiante y allí se salió a la calle por menos motivos de los que tenemos hoy”.
Le meto un poquito las gomas y recuerdo que la burbuja inmobiliaria empieza a crecer a partir de 1996 con la ley del suelo de Aznar. Está de acuerdo: era el “milagro español”, el “España va bien”, cuando crecíamos el 3 por ciento y Alemania el 1 por ciento…
ABANDONO DE LA LUCHA ARMADA
Rememora el 20 de octubre, cuando saltó una de las grandes noticias de la historia de este país, y en vez de recibirla con euforia, la recibimos con cautela. ETA dejaba la lucha armada, pero todavía no se ha disuelto. “Hemos ganado a ETA, sobre todo porque hemos resistido mucha gente y hemos aislado a ETA de la sociedad. Ahora estamos en una época de stand by y digestión. Vamos a esperar con tranquilidad, sin prisa, pero sin pausa. La convivencia es que, primero, la izquierda abertzale haga una auténtica autocrítica, y que también, a quien corresponda, empiece amover ficha dentro de la legalidad: acercando a los presos, sacando a los presos que están enfermos y, quizá, los que hayan cumplido las tres cuartas pares de la condena, pueden ir saliendo de las cárceles. Estaría bien que reconozcan el daño causado, pero pedir perdón es algo individual”, proclama Landaburu.
En mi opinión, el director de Cambio 16 es ejemplo de generosidad, pero otras víctimas no comparten su actitud ni de lejos. Él lo tiene claro: “Yo estoy dispuesto a pasar página, pero después de leer la página. He perdido la movilidad de mi mano, la visión de un ojo y he seguido aquí. Me quedé en este país a luchar por la paz, por la libertad de expresión y por los derechos humanos. Luchamos durante cuarenta años contra la dictadura de Franco y después contra la dictadura de ETA. Yo pienso que la reinserción sí nos permite avanzar, porque tenemos que convivir. A corto plazo, pediría al presidente del Gobierno que empiece a acercar algunos presos de ETA a cárceles cercanas al País Vasco”.
Parece que la actitud de Rajoy se va suavizando… “Rajoy calificó el comunicado de ETA como muy importante. Otros de su partido no lo vieron así. Rajoy tiene la posibilidad de poner punto y final al tema de ETA. Punto y final que quisieron poner Suárez, cuando perdonó a toda la rama de ETA p.m.; Felipe González, con las conversaciones de Argel; Aznar, lo intentó en Suiza, cuando hablaba del Movimiento Vasco de Liberación Nacional; y Zapatero, con el proceso de paz llevado por Jesús Eguiguren. Y ahora Rajoy, sin hacer demasiado esfuerzo se encuentra con la tarta encima de la mesa. A él le corresponde poner la guinda. Yo no siento rencor, ni odio, ni quiero venganza. Ahora, que paguen lo que tengan que pagar ante la justicia”.
Cuando estuve con Landaburu en Donosti charlando largo y tendido faltaban tres días para que se hiciera público que miembros del GAL se habían encontrado con sus víctimas. Y hablamos de esa posibilidad, y volvimos a hablar después de la noticia. Él lo veía positivo si por las dos partes hay voluntad. Y hablaba de su experiencia personal: “Muchos me han dicho a mí que tengo síndrome de Estocolmo…, pero no respondo al señor Alcaraz y compañía. Si hay gente del GAL y víctima del GAL que están mañana dispuestos a hablar: bienvenido. La gran ventaja que yo tengo es que desde el principio he condenado las torturas; he condenado la guerra sucia; la triple A. En 1983 nos amenazó la misma semana ETA y la Triple A. Lo que no podemos hacer es dejar todo tapado como se ha venido haciendo en este país con el franquismo”. Eso si, resalta que aunque víctimas hay de los dos lados, hay muchas más por parte de ETA.
Iba yo también un poco a eso, ¿cómo en un país en el que el PP no ha condenado el golpe de Estado de Francose mete presión al mundo de ETA para que pida perdón? Mi colega de Cambio 16 es contundente: “Cada vez que se habla de Franco, le sale sarpullido a mucha gente de la derecha. La amnistía de 1977 sirvió fundamentalmente para el franquismo. Es cierto que hay gente que está exigiendo mucho más a ETA que lo que ha exigido con el franquismo, lo que ocurre es que ETA está más reciente y las heridas están abiertas. A ETA no se le puede pedir una autoflagelación, que se desnude en la plaza pública y entregue las armas en la Puerta del Sol. Eso nunca va a pasar porque es irreal”.
- ¿Por qué no se disuelven?- “Porque tienen sus presos y no les van a dejar colgados.- ¿La única clave para que ETA no se disuelva son los presos?- Yo creo que en el fondo es eso. El final de ETA llegó hace un año, cuando renunció al cobro del chantaje, el “impuesto revolucionario”. Gente como Otegi estaban trabajando para ese final con mucha dificultad, por eso considero que Otegi tiene que estar fuera de la cárcel desde hace tiempo. Ahora, ¿quién echa la persiana? ¿Josu Ternera? ¿Por qué no? Pero para cerrar esa persiana tiene que decir. “oiga, los ciento cincuenta presos que tengo en Francia y los quinientos que tengo en España, ¿siguen en Canarias o les acercamos a sus familiares en un plan de reinserción? Tienen que poner un punto y final un poco decoroso.
LIBERTAD PARA OTEGI
Y sale Otegi a la palestra, ¿es Otegi un preso político? Piensa unos segundos y explica: “los de ETA no son políticos. Ahora, Otegi sí es un preso de opinión. Era la cabeza visible de ese mundo. Creo que es un líder carismático. No le conozco profundamente, pero sí trabajó por la paz. Hay que dar soluciones, que Otegi salga, que funde el partido que quieren, Sortu, que lo legalicen y a partir de ahí, que se comporten como cualquier partido. Que hagan lo que quieran dentro de las normas y el respeto”.
Y puestos a hacer preguntas raras le planteo una hipótesis: “¿Ves factible que en diez o doce años, el Partido Socialista pueda apoyar a Otegi para ser lehendakari? “Si la izquierda abertzale, que se dice progresista, quiere defender a la gente más desfavorecida con programas políticos de progreso, de izquierda, etcétera, es muy probable que pueda haber un acuerdo con el Partido Socialista, pero de aquí a cuatro años; cuando ETA haya desaparecido definitivamente. Es más posible que el Partido Socialista llegue a acuerdos programáticos con la izquierda abertzale que con el PNV, pero eso, cuando tengamos normalizado el proceso de digestión”.
EL ENCUENTRO CON ETA: HABLAR SIEMPRE ES BUENO
En noviembre se encontró con un grupo de presos de ETA (Urrusolo, La Tigresa, Picabea..., gente que había cometido crímenes horrendos en el Comando Madrid)…“Me llamaron del Gobierno vascopara decirme que había presos que habían solicitado un encuentro para que les hablara de cómo se ve la realidad de ETA y la violencia en las calles. Quizá influyó más mi vertiente de periodista que de víctima, pero pensé que si hay que hablar con el diablo, se habla con el diablo. Era un grupo que había renunciado a ser de ETA antes del comunicado de octubre. El 30 de noviembre me dirigí a la cárcel de Nanclares en una escena surrealista. Iba a ver a unos etarras acompañado de dos escoltas que me acompañaron a la cárcel y que a la puerta les dices: “espérenme que ahora vengo, que voy a ver a unos etarras”. Fui muy duro. Les conté cómo fue el atentado, las amenazas que recibí, los cócteles molotov, los insultos en Egin…, y me reconocían que se habían equivocado. Me pareció muy importante. Fue un debate muy tranquilo, muy sereno durante dos horas. Urrusolo llevaba la voz cantante y salí satisfecho. Al finalizar, se levantaron dos que hablaron muy poco. Me dieron la mano y me dicen “Gorka, te tengo que decir que yo formo parte del comando que te envió la carta bomba. Te pido perdón”. Me quedé un poco cortado y dije, “pues agradezco. Todo lo que pueda hacer para ayudaros, acelerar esa reinserción, contad con mi apoyo”. Hablar siempre es bueno, y a mí me reconfortó”.
Luego seguimos charlando, miramos el paseo marítimo y nos despedimos alzando tímidamente el puño. Sin escoltas. Con optimismo: