El show seguía, quizá en formato cuarteto con Sigo Aquí y unas pocas palabras por parte de la banda, que tenían muchas ganas de subirse a este escenario y volver a hermanarse con sus fans, tras la parada por el Covid 19 y con las ganas de que Alebrijes sonara como se merece y no era para menos, su forma de comportarse y sentirse unidos era todo lo necesario para conectar con los fans. Te Recurdo, Centeno y Alas de cera eran los tres siguientes temas, tres propuestas muy emocionales, tres fotos de tres momentos de la banda donde se hizo sentir su magia dentro de las letras y como generan esos sentimientos tan complejos de sentir, pero que nos hacían querer estar en un festival vibrando con ellos. Pero debemos saber que estaban en la mitad del concierto, que se estaban dejando la piel y que cada acorde tenía su medida justa de su esencia, sobre todo las guitarras que estaban muy presentes y en el caso de Centeno no recordábamos la épica tan espectacular en directo y este tema no puede desaparecer de los repertorios.
En la parte final Misiones Suicidas, Una voz, Fantasmas y Nadie descargaban todo lo que les quedaba para poco antes de los dos últimos temas, que fueron Paramera y Distancias Cortas; en total cinco temas potentes, en los que despedirse por todo lo alto, dejando el pabellón de su sonido realmente alto y recordando que son una banda de directo, donde se expresan como esa familia que son y donde hacen que la imaginación vuele (como podemos ver); ante todo, Gotelé demostró que con Alebrijes van a seguir volando alto manteniendo valores y su esencia musical más pura que se necesita en todos los festivales y escenarios nacionales.
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