Ocho y media de la tarde, después de u agradable paseo por la Gran Via, aprovechando el solecito, me dirijo con un amigo a Garcia Rivero con la idea de comer algunos pinchos e irnos pronto, por eso de que al día siguiente es miércoles (aunque pareciese lunes). Nada mas entrar, la calle desierta, y dos o tres bares abiertos, uno de ellos, Gozatu, donde tras ver la carta decidimos quedarnos.
Se trata de un bar amplio, nuevecito, y con muy buena imagen exterior, de ahí, que nos sentáramos en la mesa minúscula con ganas de disfrutar de una cena agradable a base de raciones. Mi amigo, que está al igual que medio twitter con la #operacionbuenorra pidió una ensalada cesar, yo la acompañé de una tosta de aguacate, queso y salmón. Seguido, dos minihamburguesas de ternera, y dos minihamburguesas de foie, ambas acompañadas de patatas. Bien, hasta aquí todo parecía bien, habíamos pedido buenas cantidades, y todo parecía ir sobre ruedas, hasta que empezaron a llegar los entrantes: la ensalada, tenia su punto con la lechuga natural, sin ser de bolsa, junto con trocitos de pan, queso, y algo de pollo por ahí, difuso, todo ello, fastidiado por la excesa salsa cesar. Parecía que la lechuga flotaba en ella. La tosta prometía mucho, sobre todo, por que me encanta me encanta me encanta (he dicho ya que me encanta??) el salmón ahumado y el aguacate, así que cuando le di el primer mordisco y noté el frío salmón, me llevé una pequeña decepción. El salmón, antes de comerlo, al menos ¡hay que dejarlo a temperatura ambiente!
Pero lo que no me esperaba era lo que venia detrás: al llegar las primeras dos minihamburguesas de ternera, me esperaba unas hamburguesas, con su pan de sésamo redondito en versión diminuta, y sin embargo lo que llegó fueron dos hamburguesas de carne saladas, en un trozo de pan de barra, nada de bollo redondo. Bueno, pasa, aceptamos barco, aunque no sea redondo. Esperaba con ganas las de foie, por eso de desquitarme un poco de las anteriores, cuando llegó el camarero de nuevo, con la carta:
-"¿Quereis algo de postre?-"perdona, nos faltan las dos minihamburguesas de foie.-"Ah, uy, pues no lo había apuntado"-"Bueno, mira, dejalo, se nos está haciendo tarde. Para él, un descafeinado de cafetera, y yo quiero el brownie casero con helado"
En esto que vuelve el camarero, y me dice:-"Perdona, no nos queda el brownie"
Y de repente, tuve como un déjà vu, que me hizo recordar a mi (desagradable) experiencia en Shibui, y eso de que no les queden ciertos productos, me resulta, cuanto menos, sospechoso, siendo solo las nueve y media de la noche, de un día festivo.
Pero el remate vino con la cuenta: se me ocurre mirarla, y ¡oh sorpresa! nos habían cobrado las hamburguesas de foie, y no las de ternera (mas baratas)
-"Perdona de nuevo, nos has cobrado las hamburguesas de foie, y no nos las has traído, de hecho, hemos anulado la comanda"-"¿No eran las de foie?-"Pues no"-"Pues será"
Y ya este comentario del camarero, de duda sobre si le estábamos mintiendo, cuando de una a otra hay ¿1€? y que encima, cinco minutos antes le hemos dicho que se había olvidado de las hamburguesas de FOIE. ¿Este tiene memoria selectiva o que? ¿Se cree que le estoy mintiendo? Increible la sensación de mal gusto con la que me fui, con el cabreo de sentirme que me han tomado el pelo, y que encima dudan de mi palabra.
GOZATUwww.gastrobargozatu.comMarqués del Puerto, 6. Bilbao.
La comida, viene a ser los pinchos hechos en raciones un pelin más grande. No estaba mal de sabor, quizás ese día se pasaron con la sal. Pero desde luego el servicio pésimo: nos atendió un hombre con muy mala presencia, ya no pido que sonrían, pero tampoco que me traten en un tono desagradable, que encima apunten mal lo que quiere el cliente, que no sepa qué tienen o no en la carta, que me ponga mala cara cuando le digo que me cambie el plato que esta sucio, y que encima se equivoque en la cuenta, a su favor por supuesto, poniendo en duda nuestra palabra, cuando un momento antes, hemos hablado sobre ello. Y en todo el proceso, ni una sonrisa, ni una disculpa, ni nada. Pésima experiencia. Una pena, tenia pinta de gustarme.