Gozosos y sorprendentes parentescos – Crítica de “La última locura de Claire Darling” (2018)

Publicado el 22 mayo 2019 por Manuzapata @vivazapatanet

Antes del visionado de esta película, a pesar de acudir con la mente limpia y absolutamente desprejuiciado, lo que menos esperaba encontrar el arriba firmante es un paralelismo tan pasmoso con una obra maestra del cine independiente estadounidense de mediados de los 90. John Sayles dio un salto de calidad en 1996 con una joya del calibre de Lone Star, cinta que abrió su obra a un abanico de público más amplio entre el que se encontraba la versión veinteañera de este escribidor. Con el doble de edad y otro tanto de experiencia fílmica vivida y asimilada este notario observa que, a pesar de que la ubicación se traslade de la frontera texano-mexicana a un pueblecito de la Francia rural, el desarrollo temático y la estructura del relato, con dos líneas temporales que relacionan el yo actual y el pasado de los personajes principales y, sobre todo, el despliegue de recursos estilísticos utilizados para introducir de manera ingeniosa y brillante los correspondientes saltos temporales, emparentan de manera gozosamente sorpresiva uno y otro trabajo.

Los oscuros secretos de una saga familiar irán desvelándose a medida que cobra forma una historia que comienza con una madre y una hija que después de dos décadas sin hablarse se reencuentran a raíz de la drástica decisión de la progenitora de vender sus valiosas pertenencias por la descabellada idea de que ese será el último día de su existencia.

A pesar de la excentricidad de la rica matriarca y sus cada vez más numerosas lagunas mentales, algo en su discurso nos transmite que no se encuentra tan enajenada como pudiera parecer en un primer y superficial vistazo. Si al sheriff de Lone Star le atormentaba la leyenda de su padre fallecido aquí son los fantasmas del pasado los que vienen a ver a estas dos mujeres que se redescubrirán y redefinirán su relación tanto desde el punto de vista del contacto (o la falta de contacto) físico como en el territorio de lo afectivo y lo espiritual. El hecho de que la pareja de intérpretes comparta el mismo parentesco de sus respectivos roles añade un plus de autenticidad al ya de por sí brillante trabajo de estas experimentadas y magníficas actrices que son Catherine Deneuve y Chiara Mastroianni.

Como en el más canónico teatro clásico, la unidad de lugar, acción y tiempo (con la licencia de esos recuerdos que apostillan lo sucedido en el presente), circunscrita a 24 horas en la vida de Claire Darling, añade un punto de atracción provocado por el desafío narrativo acometido por la realizadora, Julie Bertuccelli, que salva las visitas al pasado al estilo Sayles, sin cambiar de plano y a través de un encuentro o cambio de testigo ficticio entre las distintas personificaciones de las protagonistas. Un más que interesante trabajo en el que la trama arranca con las campanadas de medianoche de un suntuoso reloj de elefante para cerrarse, de nuevo al ritmo del movimiento de la cabeza del paquidermo, en el mismo instante del día siguiente.

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos

Copyright imágenes  © Les Films du Poisson, France 2 Cinéma, Pictanovo. Cortesía de Karma Films. Reservados todos los derechos.

La última locura de Claire Darling

Dirección: Julie Bertuccelli

Guion: Julie Bertuccelli, Marion Doussot, Mariette Désert y Sophie Fillières a partir de la novela de Lynda Rutledge

Intérpretes: Catherine Deneuve, Chiara Mastroianni, Alice Taglioni

Fotografía: Irina Lubtchansky

Montaje: François Gédigier

Duración: 94 min.

Francia, 2018

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