Grabados de gatos de Tomoo Inagaki

Por Nazarinasociacion

Tomoo Inagaki nació en Tokio en 1902 y estudió en el Instituto Comercial de Okura. Al graduarse, trabajó durante un tiempo en una acería, pero su atracción por el arte – ya había probado a pintar al óleo mientras estudiaba – fue demasiado fuerte. Su primer contacto con los grabados surgió a raíz de su encuentro con la revista “Shi to hanga” (Poesía y grabados), editada por Koshirô Onchi (1891-1955) y Un’ichi Hiratsuka (1895-1997), dos famosos grabadores. Ingresó en una escuela de diseño artístico y durante dos años estudió con Hamada Masuji (1892-1938).

Al graduarse en 1924, presentó un grabado a la revista “Shi to hanga” que fue publicado en el número 13 de ese año. A partir de entonces pudo asistir a “las reuniones familiares” en las que los editores y los colaboradores hablaban de sus problemas artísticos y técnicos, además de criticar abiertamente sus trabajos.

Él mismo dijo: “Debo mucho a ‘Shi to hanga’. Me convertí en un colaborador habitual y no me perdía una sola reunión. Aprendí mucho allí, todo lo que sé de planchas xilográficas, y también fue mi mayor educación artística. Forjé una amistad de por vida con hombres como Susumu Yamaguchi”. Posteriormente se apuntó a las clases dominicales de Shizuo Fujimori, que también pertenecía al grupo “familiar”. En una conversación con Oliver Statler, dijo: “Me gustan cosas de Matisse y Picasso, pero otras no me convencen. Mis mayores influencias son Onchi e Hiratsuka”.

En 1924 expuso con la Asociación de Grabadores Creativos de Japón, pero no fue miembro de la Asociación de Grabadores Japoneses hasta 1932. Abrió un estudio de diseño, que no tardó en tener éxito, además de dar clases en el Instituto Comercial de Kyôhoku entre 1935 y 1951, año en que ingresó como docente en la Escuela Artística de Publicidad de Japón.

Al igual que muchos artistas de su generación participó en los numerosos concursos internacionales que se celebraron después de la II Guerra Mundial en ciudades como París, Tokio o Lugano.

Nos interesa, y se le conoce y admira sobre todo por sus estilizadas imágenes de gatos. Sorprende que no empezara a realizar grabados de gatos hasta el año 1951, coincidiendo con su puesto en la Escuela de Publicidad. ¿Tuvo eso algo que ver? Desgraciadamente, las biografías de Tomoo Inagaki son muy escuetas. Nadie parece preguntarse por qué se dedicó de pronto a hacer magníficos y estilizados grabados de gatos con toques cubistas que poco o nada tenían que ver con su estilo anterior, como puede comprobarse con el paisaje nevado que incluimos aquí.

Sus obras hasta ese momento incluían paisajes campestres y urbanos, flores, retratos de actores del teatro No y naturalezas muertas.

No es fácil encontrar en Internet grabados suyos realizados antes de 1951. Se dio a conocer en Occidente gracias al libro de Oliver Statler “Modern Japanese Prints: An Art Reborn” (Grabados japoneses modernos: El renacimiento de un arte), publicado en 1956. Hemos visto que existe una nueva edición de octubre de 2012 en la que uno de los dos dibujos que aparecen en la portada pertenece a Tomoo Inagaki. Después de bucear mucho en la red hemos encontrado el capítulo que el autor le dedica, y tampoco menciona el cambio de paisajes y flores a gatos.

Tomoo Inagaki falleció en Tokio en 1980, a la edad de 78 años.