Tras un rastreo concienzudo por los científicos del equipo formado a raíz de este descubrimiento, aparecieron más de 70 figuras en 14 paneles cuya datación se sitúa en 14.000 años. El proyecto arqueológico dirigido por Diego Garate, uno de los descubridores y doctor especializado en Arte Parietal, explica que “hasta ahora se han descubierto unas 20 figuras bien leídas y 70 identificadas en un primer carteo, no descartando que las paredes de la cueva muestren más sorpresas”.
La cueva situada cerca de Lekeitio, la habitan caballos perfectamente delineados, bisontes heridos por decenas de proyectiles, cabras y criaturas híbridas. Los animales se superponen unos sobre otros y componen un complicado mosaico de trazos y restos de carbón. Las figuras se encuentran muy patinadas, los trazos han perdido viveza y son difíciles de diferenciar. La dificultad para llegar a ellos ya que hace falta coronar unas estrechas repisas a cuatro metros de altura, lo hace un santuario invisible para el ojo humano y sin duda un reto para la mirada experta y por ello se han salvado del deterioro y del vandalismo.
El desafío está servido: la lectura de los paneles es muy complicada. La fotografía en 3D y el calco manual ayudarán a reconstruir las figuras de manera fidedigna: “requerirá, (en palabras de los arqueólogos), tiempo, paciencia y la experiencia de los que ya hemos trabajado conjuntos de una dificultad similar”.
A la hora de redactar este texto en Lekeitio se ha hecho un nuevo descubrimiento en una cueva en el centro del pueblo, Armintxe, de la misma época pero con unos paneles de una gran calidad y precisión. ¿Qué no quedará aún por descubrir? En una próxima entrada, hablaré de este nuevo hallazgo.
Imágenes: Taringa.net, w390w.guipuzcoa.net, eitb.eus.
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