Jon Wrigth, dirige esta película que mezcla terror, con comedia y ciencia ficción, donde en una pequeña isla irlandesa, se estrelle un meteorito, que trae consigo unos seres alienígenas ávidos de sangre. En la localidad, tan solo hay dos policías, que van desarmados, pues nunca ocurre nada en la pacífica isla, y para colmo, uno de ellos, esta en la sustitución por vacaciones del ausente. La noche en la que se descubren estas criaturas, la isla queda incomunicada por una tormenta. Medio por el que precisamente estos seres se "mueven como pez en el agua"
Todo esto junto a unas actuaciones aceptables, hace que pases un rato divertido, sin muchas pretensiones cinefilas. Poco más tengo que decir, salvo que si eres aficionado a la serie B, esta película te entretendrá bastante y si no, pues le puedes dar una oportunidad, aunque debes bajar las expectativas un poco, para dejarte llevar y reírte con la película.