Pero Javi Gracia era mucho más que un descenso. El navarro fue capaz de ascender al Cádiz a Segunda División en su debút como entrenador. También logró el ascenso con el Almería a Primera División. Y sobre todo, recordemos que se incorporó al Osasuna sin poder hacer la pretemporada con el equipo. Todo cuenta.
Si bien el año pasado se añoró más de lo debido a Manuel Pellegrini, y aunque aún sea pronto para hablar de resultados, me aventuro a decir que esta temporada será la propicia para asumir que la época del chileno forma parte ya de la historia, y que hay que ceñirse al presente. Y qué mejor presente que con un entrenador joven, ambicioso, con talento y lo más importante: Trabajador.
Es por todo ello por lo que considero que, como de costumbre, Mario Husillos ha vuelto a dar en el clavo con su elección, esta vez, del técnico ideal para nuestro equipo demostrando que el dinero no lo es todo cuando uno hace las cosas bien.