Gracias Standard & Poors, pero no era necesario. Fitch se te había adelantado una semana, también bajando la nota de la deuda española hasta esos mismos niveles. No necesitábamos más motivos para salir mañana y tomar plazas, avenidas, calles, lo que haga falta para que hasta los sordos de profesión, los políticos, nos escuchen.
S&P justifica su decisión por las perspectivas económicas: una previsión de crecimiento más que dudosa, duras condiciones financieras, alto nivel de deuda del sector privado y desempleo.
No era necesario que S&P rebajara de nuevo nuestra nota. No nos asusta: ya lo estábamos de antes. Tampoco indigna ahora: también veníamos indignados de serie al empezar el año. Gracias políticos, gracias agencias de clasificación, banqueros, agentes de bolsa, brokers, analistas, corruptos de todas las edades, sexos y ocupaciones… Sin vuestra colaboración habría sido imposible tanta indignación y tanta conciencia de que otro mundo es posible. Sólo hay que salir a la calle, andar hasta la plaza más céntrica y quedarse allí ocupando el espacio arrebatado.