Uno, que contrariado en su día, dejó las quimeras a su bola (ya sabéis como son), para no penar por ellas, sin perderles la pista, pero consecuente.
Ayer, desde el otro lado de la mar, una de ellas, de las más preciadas, calló, llegó, dejó de serlo.Muchas, muchas, muchas gracias, EMMA GUNTS.
Más aún para ti, Miriam Tessore
http://emmagunst.blogspot.com.es/2017/01/txema-anguera-4-poemas-4.html