Merino ha ido inculcando sus valores, esos valores y esa actitud con la que él defendía la camiseta del Betis. Y lo ha conseguido. Se intuía que su paso por el banquillo era de forma provisional, y así se confirmó la noticia de que Pepe Mel volvía al frente del conjunto de las trece barras relevando a Merino.
Apenas hace una semana desde que Juan Merino se despedía del banquillo verdiblanco con unos números para enmarcar: 12 puntos de 12 posibles. O lo que es lo mismo, 4 victorias en los 4 partidos disputados. Se dice pronto pero Merino, además de los puntos, ha conseguido que el equipo sea una piña, un bloque y, por supuesto, ha vuelto a ilusionar a un beticismo que jornada a jornada se iba apagando. Gracias Merino. Por hacer que los jugadores defiendan la camiseta del Betis, por ese coraje, por dejarnos luchando por el ascenso y por devolverle la ilusión a la afición verdiblanca, pilar fundamental de este club. Volveremos.