Cuesta conjugar a Edgardo Bechara El Khoury en tiempo pasado, y vale aclarar antes de que alguien objete: Pipo no fue un verbo pero sí verbo a secas, en tanto acción y en tanto articulación entre sujetos y predicados. De esa actividad imparable nació Cine Fértil y todo lo que vino después: nueve ediciones del festival LatinArab; cuatro foros de coproducción con países árabes; convenios para proyectar películas argentinas en ciudades tan remotas como Amán, El Cairo, Rabat, Beirut; tres festivales de cine colombiano en Buenos Aires; un festival de cine paraguayo en nuestra ciudad; tres Encuentros Federales de la Cultura contra la enajenación y precarización macrista.
Por si todo esto resultara insuficiente, Pipo también escribió y dirigió dos largometrajes con su socio Christian Mouroux. Uno de ellos – el documental Espejos rotos– se estrenó a fines de 2020 en el circuito CINE.AR.
Bechara El Khoury se destacaba además por su verba. Daba gusto escucharlo cuando hablaba en público y en privado sobre sus raíces libanesas, sobre su amor por nuestro país, sobre sus convicciones peronistas, sobre la necesidad de desmantelar el andamiaje de prejuicios que caricaturizan a los pueblos dizque tercermundistas, sobre la importancia de la cooperación cultural que algunos llaman «sur-sur».
Pipo admiraba a Miguel Ángel Estrella. Consiguió que el pianista tucumano abriera y cerrara el LatinArab de 2016 y participara del primer Encuentro Federal de la Cultura en septiembre de 2019. En aquella sexta entrega del Festival de Cine Latino-Árabe, el también fundador de Música Esperanza y ex embajador argentino ante la UNESCO recibió el premio Cine Fértil a la diversidad.
Bechara El Khoury y Mouroux lucían felices cuando recibieron, en mayo de 2018, el Premio UNESCO Sharjah a la Cultura Árabe en París y, casi un año después, la declaración de interés cultural a Cine Fértil en la Legislatura porteña. «Antes que reconocimiento a una trayectoria, éste es un faro que guía los próximos años» dijo el primero después de que el diputado Omar Abboud les entregara el diploma correspondiente en el salón San Martín.
Pipo era un excelente anfitrión. En las presentaciones formales de sus festivales, recibía con la misma calidez a periodistas de medios influyentes y a autores de blogs o páginas web de menor alcance. Antes de la rueda de prensa se detenía a conversar aunque sea un ratito con cada invitado. Era igual de solícito cuando se lo contactaba por WhatsApp o a través de alguna red social.
A mediados de diciembre pasado, Pipo difundió el comunicado de la Red Argentina de Festivales y Muestras Audiovisuales (RAFMA) que declaró personas no gratas al presidente y vicepresidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, Luis Puenzo y Nicolás Battle. Estaba más enojado con la actual gestión del INCAA que con aquélla a cargo de la alianza Cambiemos.
En el transcurso de 2020 Bechara El Khoury y Mouroux movieron cielo y tierra para ofrecer la novena edición del LatinArab en plena pandemia. Lo lograron en octubre, de manera virtual, a fuerza de convenios con el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, con Octubre TV, con la Fundación Urbe de Argentina y con instituciones de estudios árabes radicadas en Colombia y Brasil.