Querido camarada Santiago:
Fran Lorente te fotografió... fumando
Te remito estas líneas a sabiendas de que debes estar aterrizando en ese cielo que todos sabemos que no existe. Efectivamente, desde ayer, hay más nubes; seguramente producidas por el humo de tus cigarros. Lo bueno de donde te encuentras es que fumar no mata. Así que tú, pues sigue.Supongo que ya habrás tenido alguna reunión con Pasionaria y con Marcelino, que no sé si están a la orden del día de la que está cayendo en los asuntos terrenales. Supongo que Malagón te habrá preparado algún pasaporte falso que no lo descubra ni Dios. Por si acaso…Y ahora, con tu llegada, imagino que debe andar entonando La Internacional, todo Cristo.
Nadie puede negar, camarada, la importancia que has tenido en España, y, a pesar de las revisiones teóricas y las críticas de lo que se hizo durante la Transición, por ahí arriba seguro que te dan una medalla por haber evitado un baño de sangre. Otro baño de sangre. Seguramente tenías razón, y no merecía la pena otro enfrentamiento civil por una franja morada. Desde luego, mis padres, salúdales si los ves, lo tenían muy claro. No querían volver a vivir, ni de lejos, la muerte, el hambre y la miseria de una guerra. Ahora, también es cierto, que los que tenían el poder económico junto a esa lacra que es la Iglesia, se amarraron, con fuerza y en vez de ir a la cárcel, se hicieron “demócratas de toda la vida”…, y así nos va.
Tenías razón. La frase que estos días hemos visto que decías está repleta de razón: “El capitalismo puede llegar a destruir la especie humana”. En eso están, y nosotros, a intentar impedirlo. ¡Gracias Santiago!