GRACIAS, gracias y más gracias, ni una coma más ni un punto menos. No siempre experimentamos lo que nos gustaría pero siempre experimentamos lo que necesitamos para aprender a aceptar, para aprender a soltar, para aprender a disfrutar, para aprender a sentir, para aprender a vivir y para aprender a Amar(nos).
Por mucho que nos creamos lo que significan esas palabras, la realidad es como somos unos completos ignorantes. Nos basamos en lo que hemos visto, en lo que la sociedad dicta, en lo que los demás creen, en lo que unas personas a las que llamamos “maestros” hablan, en lo que está escrito en unas escrituras, en lo que unas estrellas, unas runas y unas cartas nos mensajean…, en lugar de HACERNOS CASO, en lugar de confiar en nuestra intuición, la voz de nuestro Corazón, en lugar de ponernos en duda, en lugar de atrevernos a realizar nuestro camino y no el de otros “porque dicen” que es el correcto.
¿Correcto? ¿Qué quiere decir correcto? ¿Que sólo se puede actuar, decir, pensar y sentir de una manera que “a saber quién o qué” estipuló como certeza universal y eterna? ¿Desde cuándo lo de ayer me sirve para hoy y lo de hoy para mañana?
¡Si somos completamente diferentes! ¡Si ya no visto la misma piel! ¡Si ya no veo con los mismos ojos! ¡Si ahora escucho los silencios y callo los lamentos! ¡Si ahora es la luna la que me da los buenos días y el sol el que aúlla mis noches frías!
¿Cómo pretendes que camine por tu Tierra si me han salido alas para volar por mi Cielo?
Lo único correcto que hay es lo que ya está siendo, lo que has decidido Ser y lo que has elegido manifestar. Es hacia dónde inclinaste tu balanza de acuerdo con el sentir de tu verdad Presente, ni la del pasado ni la del futuro, la de tu Ahora. Siempre es correcto, siempre acertamos. No hay errores ni culpas ni maldiciones. Hay oportunidades, aprendizajes y bendiciones.
Que lo veas de una manera o de otra sólo depende de ti.
La GRATITUD es un sentimiento que utilizamos cuando las cosas han salido como esperábamos, como habíamos planeado, cuando mis labios se han llenado de sonrisas, cuando hemos “conseguido”, cuando todo está en equilibrio (como si alguna vez no lo estuviera), cuando un deseo se me ha concedido, un regalo recibido o un sueño cumplido.
Si hay algo que se sale de nuestro concepto de normalidad, si hay lágrimas de por medio, tormentas que me rayan la cabeza o malas suertes que vacían mis fortunas… Cuando el caos se apodera de mi quietud, la inseguridad me quita la fortaleza y la vulnerabilidad es la que en ese momento más me alimenta, entonces es cuando aparece la QUEJA, el “siempre me pasa a mí”, el lamento, el descontento, el reclamo y el ¡Menuda mierda!.
- ¿Sabes que son precisamente esas situaciones las que más te enseñan? ¿Las únicas que te pueden hacer despertar de tu letargo? ¿Las que te están indicando ese lugar en ti que estás ocultando, que estás evitando, que estás odiando y disfrazando?
- ¿Sabes que todo aquello que te escondes te acaba encontrando para que dejes de huir de él, le hagas frente, le mires cara a cara, le abraces, le aceptes, le mimes, le perdones y le ames…, y TE AMES?
- ¿Sabes que no hay nada que te ocurra que no estés atrayendo TÚ, que eres el único responsable de ello y que todo ES para tu bien?
“La Vida no es un problema que tiene que ser resuelto,
sino una realidad que debe ser experimentada”
-Soren Kierkegaard-
Gracias Vida por todo lo que me das y todo lo que me quitas, por RECORDARME que no soy ni lo que veo ni lo que pienso ni lo que siento, que a la Paz se llega sin luchar, sin pretender, sin esforzar, sin planear, sin controlar, sin enfrentar y “sin querer”, que cuanto más te necesito a ti más me hago falta a MI, que la única manera de dejar de tenerle miedo a la soledad es quedándote solo, que la complicada soy “yo”, que tú eres inocente, sencilla, natural, espontánea, bella, simple, clara, amable, apasionada, transparente y tan, pero tan y tan perfecta… que como no me Creo que puedas ser tan fácil de llevar y de traer, me busco heridas, bloqueos, traumas, complejos, imperfecciones, enredos, trastornos, rarezas, obsesiones, perturbaciones, alteraciones, evoluciones y mil y una excusas e historias más con tal de no VIVIR-te, con tal de no ser-me Feliz.
Gracias, gracias, gracias Vida por arrancarme de cuajo mi falsa Identidad.
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