Existen ciertos tipos de belleza que es mejor admirarlos desde lejos. La razón de esto es muy simple. Si nos acercamos a ciertos objetos que tanto nos fascinan podemos acabar en peligro, o haciéndonos daño. Es algo así como lo que ocurre con los mosquitos cuando ven una fuente de luz. Y pensarás...¿De verdad existen objetos que aun siendo maravillosos produzcan esos efectos? Sí. Y un ejemplo son los planetas. De lejos, y según las reconstrucciones que nos muestran, son esferas llenas de luz, de colores y de texturas que no estamos acostumbrados a ver en nuestro planeta. Pero ojo, una cosa es verlos desde lejos, y otra bien distinta es vivir en estos lugares. En Venus, por el calor y la atmósfera, nos quemaríamos y en Neptuno nos helaríamos. Por eso, como en esos lugares no hay nada parecido a lo que hay en la Tierra, el H.R. MacMillan Space Center ha presentado una campaña publicitaria gráfica espectacular, donde con unos rótulos muy llamativos y un tono simpático ofrecen información curiosa sobre esos planetas tan bellos y tan lejanos. Se trata de un caso excelente, desarrollado por la agencia MacLaren McCann en Vancouver, Canadá, de cómo se ha sabido reconstruir un espacio casi fantástico, sobre el que se tiene poca información. Además, el hecho de plasmar las características del planeta con una estética muy acertada, hace que el usuario quiera ir al planeta en cuestión, pero al mismo tiempo le provoque cierto rechazo, dadas las condiciones casi nulas para habitar el lugar. Aun así, nos preguntamos...Y tú, ¿prefieres irte de vacaciones a Neptuno o a Venus?
...Fin del paréntesis.)