Sigue nuestro viaje y nos adentramos por fin en tierras escocesas, donde empezaremos por visitar Edimburgo, capital de Escocia.
Si quieres ver el recorrido completo puedes empezar por el primer post, que contiene el mapa de la ruta y consejos para recorrer Gran Bretaña sin recurrir a campings.
Llegamos a
Durham y buscamos una plaza donde aparcar ( como es domingo no hay que pagar en los parquímetros) ; lo hacemos en la zona baja de la ciudad para no adentranos en el casco histórico con la AC.
A lo lejos, en lo alto, se ve la catedral. Tras un paseíto de menos de media hora llegamos hasta ella.
Esta catedral, cuya construcción se inicio en 1093, fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en el año 1986.
También el castillo, que se encuentra muy próximo, fue nombrado con la misma categoría.
Tras la visita al casco antiguo, continuamos rumbo a la pequeña localidad de Hexham para ver un trozo la muralla de Adriano que se encuentra en las cercanías.
En medio de la campiña, y no muy fácil de encontrar, divisamos por fin un cartel que nos indica que estamos ante un trozo de esta reliquia histórica.
La muralla de Adriano (Hadrian's wall) no posee un aspecto destacable, su valor como digo radica en su legado histórico. Este muro, construido a mediados del s.II por orden del emperador romano Adriano, atravesaba toda la isla extendiéndose desde el mar del norte al mar de Irlanda; su finalidad era proteger a las tierras del sur que constituían Britania y formaban parte del imperio romano, de las tribus que habitaban en el norte. La UNESCO la declaró patrimonio de la humanidad en 1987 como parte de las fronteras del imperio romano.
Camino de Edimburgo pasamos por la abadía de Jedburg y contemplamos sus ruinas desde fuera.
Llegamos a la capital de Escocia ya para la hora de cenar y nos dirigimos a un barrio residencial a las afueras; tras callejear un poco localizamos una calle cortada donde se puede aparcar sin quedar demasiado cerca de las casas, para no molestar a los vecinos. Allí pudimos dormir muy tranquilos.
Tras desayunar, nos movemos para buscar algún sitio donde aparcar que no esté muy alejado del centro de
Edimburgo y que tenga algún medio de trasporte cerca, lo conseguimos en Pennywell road. Allí cogemos el autobús 37 que nos lleva al centro.
El día completo lo dedicamos a pasear por esta hermosa ciudad que fue declarada en 1995 patrimonio de la humanidad.
La (milla real) es la calle que une el palacio con el castillo, es la zona más importante de la "ciudad vieja". Tiene una distancia aproximada de 1800 m, lo que equivale a una milla escocesa, de ahí su nombre. Gran parte del recorrido es peatonal.
El castillo, en lo alto de una colina, se divisa desde casi toda la ciudad.
La
rueda de Falkirk (Falkirk wheel) es un ascensor para barcos que salva una altura de 24 metros existente entre dos canales. Tiene la particularidad de ser el primer ascensor rotatorio para barcos.
Para verlo funcionar montamos en el barquito que se coge en el canal de abajo y sube, gracias al ascensor, hasta el canal superior.