Había decidido que para mi cumpleaños, que coincidía jueves, no quería fiesta alguna. Solo estar con buena compañía, y darme un buen festín a la hora de la cena para romper el molde rutinario de la bendita dieta de “entresemana” que uno se obliga a hacer para estar más sana.
Rápidamente me decidí por una serie de golosinas: una exquisita pizza de Plaza Mayor (la mejor pizzería de Casilda sin dudas), una buena entrada de quesos variados, olivas y otras delicias y, ¡Por supuesto!, un buen vino, a elegir por Andrés… (¿Demasiada responsabilidad? No lo crean…, Es un reto que sé que le encanta).
Así que, el buen hombre, salió con la lista de peticiones y al rato volvió cargado con todas estas cosas ricas y además con una torta con velitas y todo! Casi ná…!! Los números de la torta los dejo como enigma!La cena estuvo deliciosa…, sobrevivimos a tremenda ingesta sin lamentaciones al día siguiente…, bueno, o no tan bien…, pero nos recuperamos enseguida, que es lo importante.
Como leyeron en el título, el vino fue un TRAPICHE GRAN MEDALLA MALBEC 2008, nada menos…
No me pidan que les hable de “relacióncalidadprecio”…, fue un regalo y ni lo miré… y ni lo quise averiguar tampoco. No se pregunta el precio de un regalo!Supongo que no es barato…, es más, creo que este gran vino tiene justificado un precio de 150 para arriba… Terminamos la botella muy rápido, incluso antes de comer la torta. No hay mejor muestra de que un vino esta bueno que cuando la botella no llega al final de la comida, no?
Torta casera de cumple! Feita na casa...
Aún a riesgo de resultar cursi debo decir que una no puede pedir más ni mejor compañía. Así que este idílico contexto hace que las cosas también sepan mejor…, y esto es una verdad como la copa de un pino!!
Así que… Salud! Gracias por leernos, Rumbovino.