Y eso que la carrera no empezó nada bien para Alonso. El español salió mal y perdió varias posiciones en la salida. Sin embargo, pudo recuperar el terreno perdido en la primera vuelta, que finalizó en la novena posición desde la que partía.
Vuelco inesperado
Muy por delante de Alonso, Lewis Hamilton, autor de la pole, mantuvo la primera posición y Sebastian Vettel le ganó la partida a Rosberg. Y fue en la vuelta ocho cuando la carrera dio un vuelco al sufrir Hamilton un pinchazo y el tricampeón del mundo se puso al frente.
Solo dos vueltas después, Massa sufrió otro reventón en esa misma rueda cuando marchaba en cuarta posición, lo que obligó a Alonso y al resto de favoritos a entrar a boxes y cambiar la estrategia, de dos a tres paradas, por el riesgo evidente a sufrir este mismo percance. Inexplicablemente fue Sebastian Vettel el que más estuvo expuesto al riesgo y permaneció más tiempo en pista.
Por si no era suficiente el pánico a los neumáticos Pirellis, Jean-Eric Vergne también reventó la misma rueda que Hamilton y Massa y dirección de carrera neutralizó la carrera tras el coche de seguridad. El fabricante de neumáticos aconsejó a los equipos que los pilotos no se subieran por los pianos.
Tras relanzarse la carrera siete vueltas después, Vettel apretó y abrió un hueco con Nico Rosberg que le permitió gestionar la carrera a su antojo. La carrera entró en una fase más relajada hasta que en la vuelta 30 paró Raikkonen y una vuelta después lo hizo Alonso para cubrirse de Kimi. Sin embargo, el español no consiguió su objetivo y perdió la plaza con el finés de Lotus.
Más difícil para Alonso
Desde ese momento, a Alonso la lucha por el podio se le empezó a poner casi imposible, tras ser adelantado en la vuelta 35 también por Webber. En ese momento Alonso era quinto y el campeonato se le ponía muy gris, ante la más que probable victoria de Vettel en Silverstone.
Fue entonces cuando la carrera dio un nuevo giro y a falta de diez vueltas Sebastian Vettel se vio obligado a abandonar la carrera por un problema mecánico, al parecer con el cambio. El RB9 se quedó parado en la recta de meta y el coche de seguridad volvió a salir, lo que aprovechó Fernando Alonso, entre otros, para cambiar de nuevo de neumáticos y poder apretar en las últimas vueltas.
Esta maniobra le hizo caer a la octava posición y a falta de siete vueltas, cuando se retiró de pista el coche de seguridad, el español se lanzó a una remontada casi imposible. Al final, el español acabó tercero, por detrás de Nico Rosberg, que pudo controlar los ataques de Mark Webber.
Tras esta carrera, el Mundial sigue comandado por Sebastian Vettel, tras su primer fiasco del año, pero ahora con 21 puntos de ventaja sobre Fernando Alonso. La próxima carrera del Mundial de Fórmula 1 será dentro de solo una semana en el circuito de Nurburgring (Alemania).