“Hemos aceptado de una manera gozosa el juego sucio que nos proponían políticos y banqueros
Hemos olvidado que de esta crisis somos tan responsables como los políticos y los banqueros. Lo hemos olvidado. Aquí parece que la culpa solo la tenían el banquero y el político. Y nosotros fuimos los primeros. A ti nadie te obligaba a tomar una hipoteca ruinosa, nadie te obligaba a comprarte un coche, nadie te obligaba a irte a Cancún de vacaciones. Nadie te obligaba a comprarte una segunda residencia o a comprarle una moto al niño. Hemos aceptado de una manera gozosa el juego sucio que nos proponían políticos y banqueros. Esos canallas han hecho su negocio con nuestra complicidad, aparte de a nuestra costa, con nuestra complicidad. Entonces lo que no puede ser es que digamos: yo no tengo nada que ver. Hemos tenido mucho que ver con esto. ¿Y qué pasa ahora? Cuando escuchas las conversaciones, cuando escuchas a la gente y observas los comportamientos te das cuenta de que esta crisis que podría haber valido para que aprendiéramos una lección importante no ha valido para nada. No hemos aprendido nada. La gente quiere que pase la crisis para hacer exactamente lo que hacía antes, no para cambiar de vida. Para lo que tenía que haber servido esta crisis justamente era para que cambiásemos de vida. De ahí mi pesimismo.”