En el marco de la Noche de los Museos celebrada el pasado 10 de noviembre, ingresamos al Gran Templo de Libres y Aceptados Masones de la República Argentina para poder conocer un poco de su historia y los misterios que giran en torno a la Masonería desde hace más de 300 años.
La tormenta que azotó a la Ciudad de Buenos Aires durante todo el sábado fue uno de los protagonistas del encuentro, aunque este fenómeno no impidió que se congregaran en largas filas para poder ingresar a uno de los lugares más controversiales de la ciudad.
La historia de nuestro país acompaña al surgimiento de éste movimiento, conocimos a través de la palabra de sus miembros a ilustres fundadores de la Masonería Argentina tales como Sarmiento, Rivadavia o San Martín.
Pero ¿qué otros misterios ocultan las paredes de la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones?
Arquitectónicamente fundado en el año 1872 y cargado de una profunda simbología en cada uno de sus salones, pude recorrer y sentir la mística que circulaba en el lugar. La mayor parte de la gente que llegaba se mostraba expectante, quizás tratando de no perderse ni un mínimo detalle entre los ornamentos, esculturas y cuadros que decoraban sus salones.
Cercano a las 20.30 fuimos recibidos en la entrada por hombres y mujeres libres y de buenas costumbres (dos de los requisitos indispensables para convertirse en miembro), quienes nos participaron mediante sus relatos en los significados de la simbología presente y disiparon las dudas que pudiéramos tener. Con el transcurso de la noche la cantidad de gente que entraba y salía del Gran Templo era innumerable, se brindaron tenidas blancas cada veinte minutos (reuniones masónicas abiertas al público) que dejaron entrever un poco de lo que sucede a puertas cerradas; mientras que en otro de los salones, la presencia de un coro sinfónico ilustraba con su música la velada.
Para finalizar, cabe destacar que la oportunidad de ingresar a este lugar emblemático gracias a la Noche de Los Museos fue única y digna de repetir.