Alberto Rodríguez (director de las galardonadas 7 vírgenes y Grupo 7) nos ofrece una película tensa y oscura, ambientada en los años 80 tras la dictadura franquista, con una atmósfera opresora que poco tiene que envidiar a recientes superproducciones americanas como la serie True Detective (pese a ciertas similitudes con dicha serie la producción de esta película comenzó antes según sus responsables) o el galardonado film del año pasado Prisioneros.
Raúl Arévalo (Gordos, También la lluvia, Primos) y Javier Gutiérrez (la serie Águila Roja, el film 1 franco, 14 pesetas y su continuación 2 francos, 40 pesetas) interpretan magistralmente a los dos policías expedientados encargados de investigar la desaparición de dos adolescentes en un remoto pueblo de las marismas. Si bien es cierto que el guión podría haber dotado de mayor profundidad a estos personajes (el pasado de ambos es bastante plano), los actores consiguen otorgarles una personalidad atrayente y turbadora a partes iguales, convirtiéndose la interpretación de ambos en una de las grandes bazas de la película.
Rodríguez consigue aprovechar ese carácter rural solitario de los años 80 y construir la trama en torno al mismo, siendo un gran valor añadido para el desarrollo de la historia. A esto ayuda enormemente la recreación de los años 80. Sin necesidad de sobrecargar de elementos la pantalla para recordarnos en qué época estamos, la sobriedad de la puesta en escena nos transporta rápidamente a dicha fecha.
Por poner algún pero a esta película, que sin duda es de las mejores del año (sin necesidad de diferenciarla de productos extranjeros), el final es demasiado precipitado tras un desarrollo magistral, dejando algunos cabos sueltos (seguramente a propósito) que restan fuerza al conjunto, descendiendo una película sobresaliente a un mero notable y relegándola por detrás de algunas de las producciones anteriormente mencionadas. Pese a estos detalles finales estamos ante una de las imprescindibles de este año. Muy recomendable.
Un momento del rodaje del film.
Rodríguez dirige a Gutiérrez en un descanso entre tomas.