En 2008 y con más de 50 años de carrera cinematográfica cargada a sus espaldas como actor, Clint Eastwood anunció su retirada de la gran pantalla como actor para dedicarse plenamente como director (dejando de lado Golpe de Efecto). Pero el veterano intérprete no lo hizo con cualquier interpretación, si no con una de las más características de toda la carrera, la de Walt Kowalski en Gran Torino.
¿De qué va?
Walt (Clint Eastwood) quien recientemente ha perdido a su mujer, es un hombre chapado a la antigua: perteneció al ejército durante la guerra contra Corea y odia a los inmigrantes. Walt se ha dado cuenta de cómo ha cambiado su barrio, ya que muchos inmigrantes han llegado a su barrio. Un día descubre al hijo de sus vecinos, Thao (Bee Vang) robando su coche para poder pertenecer a una de las bandas asiáticas. A partir de entonces, Walt empezará a conocer más a Thao y acabará por ayudarlo en lo que pueda para no acabar mal.
La critica
No me cansaré de decirlo, pero es que nadie puede negarlo: Clint Eastwood sabe como tocar la fibra sensible al espectador, en muchos ámbitos y en diferentes temáticas. En esta ocasión, veremos a un personaje testarudo y cuadriculado que acaba de perder a su mujer, la persona a la que más amaba y la única que le entendía.
Eastwood quiere explicarnos como se puede llegar a sentir alguien después de toda una vida, una persona quien en su momento buscó a su media naranja, se casó con ella, tuvo hijos, etc. Así que el director en sí quiere mostrarnos como afecta el paso del tiempo sobre nosotros, desde tu manera de ser hasta las relaciones que mantienes o puedes llegar a mantener.
En general la película va acompañada de la desastrosa situación en la que se encuentra Walt, pero pese a tratarse de un drama, muchas de las cosas que salen de la boca de Eastwood o lo que hace es realmente de chiste, para que no tengas otro remedio que encariñarte con ese viejo cabezón que todo el mundo quiere que le odie.
Así que Walt Kowalsky es un personaje de lo más peculiar, ya que al morir su mujer, no encuentra consuelo en sus familiares (los hijos de Walt son muy repelentes e interesados) o en sus amistades, ya que la mayoría de relaciones las mantenía su mujer (como el cura). Así que tenemos a un Eastwood que interpreta y dirige a un personaje solitario al que nadie entiende, o eso cree él. Cuando conoce a Thao, todo parece empezar a cambiar, su hermana, quien es más abierta, empieza a hablar con el viejo para conocerle mejor.
A partir de entonces Walt sufre una evolución de lo más interesante, porque todos sabemos que intentar abrir los ojos a alguien de mayor edad es bastante más difícil, puesto que se caracterizan por ser extremadamente tozudos. A medida que la cinta avanza, el personaje de Walt se vuelve más humano, empezará a ver de iguales a los asiáticos y sacará la cara por ellos delante de las bandas callejeras próximas a sus familias. A partir de entonces empezamos a entender porque nuestro protagonista actúa de esa manera. La interpretación que nos brinda Eastwood es muy intensa, ya que nos hace sentir todo aquello que el mismo Walt siente o piensa, desde la soledad, la impotencia o la rabia hasta la felicidad que obtiene por ayudar, aunque fuese involuntariamente, a los demás. Pero eso no es todo, la evolución de Walt implica la transformación del joven Thao, quien empieza siendo alguien tímido, al que todo le da igual y finalmente termina por ser alguien decidido, valiente y que se preocupa por los demás, lo que viene a ser un hombre. Los que hayan visto la película recordarán, referente a lo que acabo de mencionar, la escena de la barrerían, que es buenísima.
A parte de tratar los temas que ya he mencionado, otro de los asuntos que se trata en la película es la situación de los inmigrantes en Estados Unidos y como lo ve la gente que, como Walt, no está acostumbrada a convivir con ellos. Esto da luz a muchas escenas interesantes en la película, pero destaco sobretodo la primera vez que Walt entra en casa de sus vecinos asiáticos, que están en plena celebración. Lo que más me gusta de la escena es las reacciones que adopta Walt a medida que se adentra en la casa, porque en ese momento él mismo es el inmigrante y no sabe cómo actuar o que decir, porque cualquier cosa que haga puede ofender a los asiáticos.
Por si fuera poco, la cinta consigue engancharte totalmente a la trama, que quizás no es de las más elaboradas, pero sí de las que más se aprovecha de ella. Tenéis la prueba de ello en la conclusión de esta, que en mi caso no me esperé para nada que acabase como acaba, haciendo que el espectador quede asombrado al mismo tiempo que entristecido, porque otra de las características del cine de Eastwood es que en sus películas (en la mayoría) suele tocarte la fibra sensible con una sola escena que no ves venir. Tengo la sensación de dejarme muchas cosas por explicar, pero en general Gran Torino es una película que me pillo desprevenido, me esperaba una buena obra pero no una obra completa de la cual salí hecho trizas y pensando lo bien que lo acababa de pasar con ella (que nadie piense mal). Suelo recomendar mucho el cine de Eastwood, pero este en concreto merece un visionado obligatorio para cualquiera, porque sabe cómo llegar al espectador y eso es de las cosas más importante en este mundillo.
Información de más
- Obtuvo una nominación a los Globos de Oro en la categoría mejor canción.
- Cuando salieron las nominaciones de los premios de la academia ese año, hubo un descontento general por parte de la crítica y del público por no haber nominado a Gran Torino, The Dark Knight y Wall-E a mejor película, ya que estaban consideradas de las mejores de ese año.
- Tenían previsto rodar la película en 35 días, pero fue rodada en 33.