Una de las pocas noticias que faltaba para culminar un año en el que el underground local gozó de gran salud -discos de increíble factura; festivales emergentes todos los fines de semana; colaboraciones entre grupos noveles y artistas de renombre; proliferación de sellos independientes- es el retorno de la banda que dio impulso vital a la canción de guitarras en los albores de la década '00: Grand Prix, el grupo comandado por Sebastián Rubin, va a concretar su vuelta por una noche el próximo jueves 27 de diciembre con un show en Ultra Bar, pasados ocho años de su separación.
Por tal motivo, volví a contactarme con el mentor Rubin (recordarán la grandiosa entrevista en la que, entre tantísimos temas, hablamos del grupo) para que nos detalle algunos pormenores del reencuentro, que incluye la publicación en internet, Bandcamp mediante, de sus dos álbumes de estudio (los notables Hogar y Lejos); a los que suman un EP virtual fechado en 2012, con aportes añejos de GP a discos homenaje de variopintos artistas (de Charly a los Smiths). Todo para descargar gratis, por supuesto.
En fin, es mejor que cuente más un protagonista:
-¿De quién fue la idea del show retorno?El que motivó un poco esta reunión de diciembre fue Agustín (Casalía), nuestro baterista. Él está viviendo en Suiza hace 8 años y, muy como quien no quiere la cosa, deslizó la pregunta a los demás integrantes y todos fuimos diciendo que sí, naturalmente, sin plantearnos demasiado nada. Como tenía que ser, creo.
-¿Por qué ahora? ¿Tiene algo que ver que se hayan cumplido diez años de la edición de Lejos?Supongo que sí, Lejos fue un disco muy especial para nosotros, tuvo una vida muy intensa, vivimos cosas increíbles gracias a él y también fue la intensidad de esa situación la que terminó por hacernos implotar. En algún punto, este show tal vez sea darle un cierre mucho más digno de esa historia, más feliz, más maduro.
-¿Tienen pensado retornar en un futuro cercano o es imposible?Puedo contestar sólo por mí. No creo que volvamos, artísticamente no siento esa necesidad, pero me siento muy feliz de recuperar el repertorio de Grand Prix con mis ex compañeros, disfrutarlo a pleno y reencontrarnos con la magia que había sobre el escenario y en los ensayos. Por otro lado, hay cuestiones geográficas que lo imposibilitan de raíz (risas).
-¿Qué repercusión sienten que tuvo la banda en todos estos años que pasaron?Es extraño, pero cuando nos separamos, más allá de lo duro y movilizador que fue para nosotros (y tal vez para unos pocos más, jaja), no pareció importarle demasiado a nadie. Hogar había sido bien recibido pero editado en un momento complicado y no pasó mucho más que eso; y Lejos directamente se había editado sólo en España y al volver, a pesar de que creo que debimos haber recibido mucha más atención por haber hecho una auténtica quijotada cuando la mayoría de nuestros colegas estaban como pollos mojados en sus salas de ensayo, nos ningunearon olímpicamente. Claro que, mágicamente, cuando dejamos de tocar, nos convertimos de un día para el otro en una banda "mítica" o "de culto", cosa que nunca fuimos ni nos interesó ser, y mucha gente empezó a llenarse la boca con nosotros (Nota: Lejos fue editado en Argentina en 2007). Ni lo uno ni lo otro, fuimos una banda con un vivo impresionante, con dos discos llenos de canciones hermosas y esperamos que la gente que venga a vernos pueda disfrutarlo tanto como lo vamos a hacer nosotros.
* Grand Prix se presenta el 27 de diciembre en Ultra Bar (San Martín 678). Entradas anticipadas con descuento en Ultra, de lunes a viernes (12 a 16 horas) y durante los conciertos programados en la sala.