Hoy nos vamos a dedicar un poco al campo de la arqueología comiquera, inaugurando una sección que me gustaría hacer abierta al resto colaboradores de la página, ya que estoy seguro de que en esto, todo el mundo puede aportar y todo el mundo tiene una escena, o dos, o veinte, que considera un Gran Momento del Cómic. ¿Quién no se ha emocionado, sobresaltado, enfadado o desternillado con alguna escena en concreto, con un momento capturado en viñetas? Porque a quien no le haya pasado esto nunca… ¿seguro que esta es la página que estabas buscando?
Una de las portadas más recordadas de la historia del cómic.
Para abrir boca, os traigo MI momento. Nos remontamos al año 1977, incluso antes de llegar yo al mundo, y a un momento en el que La Patrulla-X había alcanzado su cúspide creativa de la mano de Chris Claremont y John Byrne. Y como colofón a la gran aventura cósmica en la que habían convertido los cómics de mutantes, llegó La Saga de Fénix Oscura. En los últimos años, Jean Grey había dejado de ser un personaje florero y se había convertido en una mujer fuerte, decidida, valiente, sensual y sin duda en el miembro más poderoso de la Patrulla. Con esa habilidad que caracteriza a Claremont a la hora de tratar a personajes femeninos, durante la Saga de Fénix Oscura nos narró la corrupción del personaje, algo inimaginable hasta ese momento, pues la dulce Jean Grey se convertía en toda una dominátrix del Club Fuego Infernal (manipulada por Mente Maestra, sí, pero en todo momento se nos dejó ver que aquella mujer de escueto vestuario y látigo en mano era una parte real de Jean), llevada por la lujuria y la sensualidad, y que, convertida en una fuerza cósmica, llevaba a destruir una estrella sin preocuparse por las civilizaciones que estaba destruyendo con ella, en uno de los actos más duros de la historia del cómic y que acertadamente, John Byrne, que además de unos espléndidos lápices también aportó ideas a la saga, definió como el acto de masturbación definitiva.
Sin embargo, al hacer eso, Jean Grey había marcado su destino. La idea original de Claremont y Byrne era diferente, habría pasado por el borrado de parte de la mente de Jean por Xavier y otra serie de historias, pero tras la destrucción de D´Bari, la editorial pensó que el personaje estaba más allá de la redención. Jean Grey se había convertido en una de las mayores villanas de Marvel, y debía morir. Y así llegamos al momento que nos ocupa hoy: la Muerte de Fénix Oscura.
Después de que la Patrulla-X consiguiera contener a Fénix, los Shi´ar intervenían, preocupados por el papel destructor del Fénix, a quien llamaban “El Portador del Caos”, y la Patrulla se enfrentaba a la Guardia Imperial Shi´ar en una batalla por la vida de Jean Grey en la Zona Azul de la Luna. En un último acto de contricción, la batalla no concluiría, pues la propia Jean Grey, sintiendo que el Fénix volvía, se quitó la vida, en el que probablemente sea el momento más dramático, emotivo y lleno de sentimientos de la historia del cómic, y narrado sólo con una imagen y dos palabras. “Jean” y “Scott”.
Luego resultó que no había sido así. Que Jean no era Fénix. Y volvió de entre los muertos. Y volvió a morir, y todos creíamos que iba a resucitar de nuevo. Y la Fuerza Fénix adquirió historia, trascendencia, hemos descubierto que estaba destinada a Feron, que Rachel Grey la heredó, que ha sido capaz de dividirse para volver como “Los Cinco Fénix”… Pero todo eso llegó después, el gran momento de Jean Grey, curiosamente, siempre será la Muerte de Fénix Oscura.