En el primer volumen de Cutting Edge conocíamos como un grupo de personas formado por los más destacados en sus campos eran embaucados por la empresa Leviathan Corporation para embarcarse en doce pruebas que serían todo un reto para sus habilidades. En este segundo volumen, tras una primera misión fallida con malos resultados, el equipo ha ido obteniendo sucesivas victorias en cada prueba del dodecathlon planteado. Como última prueba deben recuperar El espejo del diablo, un objeto con el poder de mostrar el futuro. El resultado de esta prueba final será el detonante para que la verdadera intención con estas pruebas de Leviathan Corporation salga a la luz. En esta segunda entrega nos encontramos de nuevo con una historia que transcurre a ritmo de thriller de intriga y acción a partes iguales, usurpando en este segundo y último tramo un giro hacia lo fantástico.
Aunque la premisa vuelve a ser interesante, en este caso su desarrollo se ve lastrado por una precipitación de los acontecimientos demasiado confusa, dando la sensación de que la historia que Dimitri nos narra iba a ser más larga en su concepción inicial. El nivel de intriga alcanzado en los tres primeros actos se viene por los suelos en un último capítulo demasiado incoherente, que deja algunas respuestas en el limbo o una explicación demasiado vacía del porqué de las pruebas. La parte gráfica está de nuevo en las manos del veterano Alberti, con un dibujo llamativo y detallado, con una ambientación excelente y algunas páginas dobles llenas de fantasía y explicaciones, aunque a veces utiliza un trazo demasiado suelto que no llega a ser del todo vistoso para mi gusto personal. Pese a todo de nuevo recalco que es un cómic endiabladamente entretenido, que se lee en un suspiro y que deja su historia cerrada en estos dos volúmenes ya publicados, que no es algo que todos puedan ofrecer.
En la antología de relatos Fantasmas (Suma de Letras) de Joe Hillse recogía un relata con el título La capa. Este cómic con una fantástica edición de Planeta que incluye el guion original y una introducción de José Torralba muy interesante, recopila los cuatro números de una serie limitada que comienza con un primer capítulo que adapta fielmente ese relato, para llevarnos un poco más allá dentro de esta historia en los posteriores. Nos narra cómo Eric, un niño marcado desde su niñez al caerse de un árbol y sufrir muchas heridas tanto psíquicas como físicas, tras años llenos de fracasos, ha encontrado en algo en lo que destacay se le da muy bien, hacer el mal. Recogiendo su poderosa capa de la infancia que le permite volar, comienza a repartir su odio frente a sus seres queridos, desarrollando una serie de desastres, asesinatos y traiciones sin fin.
Esta puede ser la visión de lo que ocurre si alguien con motivaciones más que cuestionables se ve de repente en la posesión de un poder increíble. La historia es sencilla y cerrada, ofreciendo un desarrollo justo en su medida tanto de contexto como de personajes, aunque sí que nos gustaría ahondar más en algunas cosas; como saber de donde sale la capa por ejemplo, aunque creo que esto se trata en la precuela La capa:1969. Esta es una historia sobre un villano amargado que es el fiel reflejo de muchos adultos hoy en día perdidos y frustrados en su vida, que siempre buscan la culpa de todo en una persona exterior a ellos mismos. Gráficamente es impactante, el dibujo atractivo y potente de Zach Howard se completa con el color de Nelson Daniel, que añade una profundidad especial a la obra creando secuencias realmente impresionantes, apostando por un tono oscuro en la línea antigua de cómics superheroicos. Tenéis que leerlo y disfrutarlo.
Saga es uno de los cómics más premiados y con buena crítica de los últimos tiempos, y no es sin razón. En este segundo volumen, Brian K. Vaughan y Fiona Staples continúan la historia de Marko y Alana justo donde la habían dejado. Mientras el gobierno de la raza de cada protagonista los persigue desmesuradamente, ellos huyen con su recién nacida en una nave espacial con forma de árbol cuando de repente aparecen los padres de Marko dentro de la misma. Obviamente sus padres no saben nada de la pareja de su hijo, y en un principio no lo verán con buenos ojos. De nuevo a través de los tres puntos de vista de nuestros protagonistas, el asesino a sueldo La Voluntad y su Gata de la Mentira, y el príncipe Robot IV; se sumergirán en una persecución sin fin a la que nuevos y excepcionales personajes como Gwendolyn o el escritor D. Oswald Heist son bien recibidos.
Quizá este segundo capítulo sea menos impactante de primeras que el primer volumen, pero la profundidad que otorga a la historia y a los personajes es muy interesante. Conoceremos el pasado de Marko, como se conoció la pareja protagonista, seguiremos explorando el peculiar mundo de Sagay tendremos algunos giros de guion sumamente brillantes, con cliffhanger final de nuevo. Los guiones de Vaughan son excepcionales. Nuevamente tenemos personajes como pocos existen hoy en día, detalles de imaginación y originalidad que más de uno querría para sus historias, y unos diálogos ágiles y divertidos repletos de referencias de la cultura popular haciendote sentir que conoces ese mundo plenamente. Narrativamente es perfecto, no sobra ni una viñeta, y de nuevo el diseño de personajes a cargo de Fionna Staples es maravilloso, pese a tener esos fondos tan borrosos que no me terminan de convencer. Puede que no impacte tanto como el primer volumen, pero sigue siendo una lectura maravillosa y de la que necesito ya el Capítulo tres.
Hace poco me lo pasé como un enano leyendo El dios asesinado en elservicio de caballeros de Sergio S. Morán, gracias al cual descubrí uno de sus web cómics más conocidos, aparte de las tiras en ¡Eh, tío! Gracias a mi querida Gema Vallejo la cual me ha prestado los tres primeros recopilatorios, inicie la lectura de esta aventura de fantasía gamberra a más no poder. En este primer volumen nos cuentan como un legendario árbol que habitaba en el reino de El Vosque ha sido talado. Ahora un hada de las flores alcohólica llamada Calderilla y un peligroso Alquimista llamado Quent tienen la misión de averiguar quién ha sido el responsable.
Como comencé hablando de el volumen dos, Orange tiene todos los ingredientes para ser el manga al que yo no me acercaría, pero al que estoy enganchado por algo especial que no sé concretar. En este segundo volumen continuamos las cosas tras el cliffhanger final, siguiendo a Naho en su cruzada para salvar a Kakeru gracias a las instrucciones que le deja unas misteriosas cartas que vienen desde el futuro. En este tomo se ahonda un poco más en la relación de la pareja principal como son Naho y Kakeru, pero también deja tiempo para desarrollar la relación de estos mismos con los secundarios como Suwa, Chino o Murasaka. Gráficamente Takano me sigue resultando realmente especial y detallista con sus personajes, con esos ojos tan expresivos y con esas partes minimalistas cómicas que tanto me gustan.
Y es que para mí ese es el punto fuerte de este tercer tomo, la amistad. Cada vez se ahonda más en la relación de los seis protagonistas, creando vínculos fuertes a través de diálogos que en ocasiones te sacan más de una sonrisa o momentos tristes que hacen asomar la lagrimilla. Me sigue gustando como se plantea la paradoja temporal de las cartas, ya que notablemente cada vez se establecen más diferencias entre el presente y el futuro descrito por las cartas, lo cual es lógico, porque se están alterando los hechos. Además, me ha gustado como se desarrolla los sentimientos de Naho por Kakeru y viceversa, lo veo muy realista en torno a la personalidad de sus personajes, de forma tímida y a trompicones con sus declaraciones, con torpeza, miedos e inquietudes. El volumen cuatro ya me está esperando e intrigando a la vez tras el final.
Y vosotros, ¿qué me recomendáis?