La receta que os traigo hoy es un gratinado de patata que sirve como acompañamiento a las carnes o chuletas de cordero, por ejemplo. La receta la he visto en el libro de mi adorada Rachel Khoo, pero estas patatas las llevo comiendo años en casa de mis suegros, y he de decir que casi he conseguido que me queden tan ricas como a mi suegra.
Sí que es verdad que es un plato contundente pero también muy rico y que como os he comentado más arriba resulta un acompañamiento muy rico para carnes.
Ingredientes:
- 3 o 4 patatas medianas.- 300 ml de leche.- 200 ml de nata para cocinar.- Una pizca de nuez moscada.- 1 cucharadita de mostaza de Dijon.- Sal.- 1 diente de ajo.
Pelar las patatas y cortarlas en redondo en rodajas de unos 3 milímetros.
En un bol, poner la leche, la nata, la nuez moscada, la sal y la cucharadita de mostaza de Dijon, mezclar bien y colocar en esta mezcla las patatas en rodajas, tenerlas ahí durante unos diez minutos.
Precalentar el horno a 200º. Partir el diente de ajo por la mitad y pasarlo por la fuente que vayamos a utilizar, como si lo estuviéramos engrasando con el ajo.
Poner en el molde las patatas y la mezcla de leche y llevar al horno a 200º durante 35- 40 minutos. Las patatas deben estar tostaditas y deben salir pompitas de la mezcla de leche. Servir caliente.
Espero que os haya gustado.