Graves consecuencias de los métodos anticonceptivos, humanae vitae. Parte II

Publicado el 01 diciembre 2013 por Joseleg
Biología de tejidos y Biología evolutiva del desarrolloDesarrollo embrionario y homólogosDesarrollo embrionario y fetal humanoEmbarazoDebate moral, ético y social sobre el embarazo y tecnologías asociadasLa concepción de ser humanoHumanae vitaecomo paradigma de discurso cristiano sobre el embarazoGraves consecuencias de los métodos anticonceptivosGraves consecuencias de los métodos anticonceptivos,humanae vitae. Parte IGraves consecuencias de los métodos anticonceptivos,humanae vitae. Parte IILa Iglesia, garantía de los auténticos valores humanos
Graves consecuencias de los métodos anticonceptivos, humanae vitae. Parte II
Autor: SS Pablo VI | Fuente: Encíclica Humanae vitae
Reflexiónese también sobre el arma peligrosa que de este modo se llegaría a poner en las manos de autoridades públicas despreocupadas de las exigencias morales.
¿Quién podría reprochar a un gobierno el aplicar a la solución de los problemas de la colectividad lo que hubiera sido reconocido lícito a los cónyuges para la solución de un problema familiar?
¿Quién impediría a los gobernantes favorecer y hasta imponer a sus pueblos, si lo consideraran necesario, el método anticonceptivo que ellos juzgaren más eficaz?
En tal modo los hombres, queriendo evitar las dificultades individuales, familiares o sociales que se encuentran en el cumplimiento de la ley divina, llegarían a dejar a merced de la intervención de las autoridades públicas el sector más personal y más reservado de la intimidad conyugal.
Por tanto, sino se quiere exponer al arbitrio de los hombres la misión de engendrar la vida, se deben reconocer necesariamente unos límites infranqueables a la posibilidad de dominio del hombre sobre su propio cuerpo y sus funciones; límites que a ningún hombre, privado o revestido de autoridad, es lícito quebrantar.
Y tales límites no pueden ser determinados sino por el respeto debido a la integridad del organismo humano y de sus funciones, según los principios antes recordados y según la recta inteligencia del "principio de totalidad" ilustrado por nuestro predecesor Pío XII
AAS 45 (1953), pp. 674-675; Aloc. a los Dirigentes y Socios de la Asociación Italiana de Donadores de Córnea, AAS 48 (1956), pp. 461-462.PRINCIPAL
REGRESAR