Gravesen, de jugar en el Real Madrid a jugar al póker en Las Vegas

Publicado el 22 enero 2019 por Colgadosporelfutbol

El Real Madrid es un club de fútbol con más de 100 años de historia. Toda una vida repleta de éxitos en la que los blancos se han convertido en el Mejor Club del Siglo XX, después del reconocimiento de la FIFA en el año 2000, y donde destacan los trece títulos de Champions League, cuatro de ellos en las últimas cinco temporadas.

Como no podía ser de otra forma, por el club madridista han pasado futbolistas emblemáticos que han marcado la historia del fútbol, nombres especiales como Alfredo Di Stéfano, Ronaldo Nazario o recientemente Cristiano Ronaldo.

Jugadores vistosos con calidad y muy técnicos que enamoraron a los aficionados del Santiago Bernabéu en cada partido. Un césped que en la historia reciente también han pisado jugadores peculiares que han dejado una huella imborrable en la entidad merengue, como fue el caso de Thomas Gravesen.

El centrocampista danés aterrizó en el Real Madrid procedente del Everton en enero de 2005, en un traspaso que se cerró por una cantidad cercana a los cuatro millones de euros. Un futbolista aguerrido y trabajador en tareas defensivas, pero con escasa calidad con el balón en los pies.

A pesar de ello, sus características fueron imprescindibles en la época de los ‘Galácticos’, la primera etapa de Florentino Pérez al frente del conjunto blanco, marcada por una plantilla que concentró una constelación de estrellas.

El danés vistió la camiseta madridista durante un año y medio, periodo de tiempo en el que su aportación más notoria fue la famosa ‘Gravesinha’ ante el Sevilla FC. Un amago-regate con un rodillazo contra el césped que quedó en la memoria de los aficionados al fútbol.

Gravesen el día de su presentación con el Real Madrid. FOTO: https://twitter.com

Gravesen tenía un carácter indisciplinado, tanto dentro como fuera del terreno de juego. Un temperamento que quedó demostrado en una pelea con Robinho en la pretemporada de la campaña 2006/2007, en el segundo año de Fabio Capello como técnico blanco. Una disputa que sentenció al danés en el Real Madrid, que fue traspasado al Celtic de Glasgow a cambio de unos tres millones de euros.

En su segundo año en el equipo escocés fue cedido al Everton, club donde había rendido notablemente en su etapa anterior, y a su regreso a Escocia rescindió su contrato con el equipo de Celtic Park. A los 32 y después de unos meses sin encontrar un nuevo destino en su trayectoria deportiva, el danés anunció su retirada del mundo del fútbol.

Una nueva vida vinculada a los casinos

El danés era un futbolista incontrolable en los terrenos de juego, especialmente por su fuerte carácter. Una personalidad diferente, un tanto peculiar, de la que también dejó huella en otros clubes. Sin ir más lejos, James McFadden, delantero escocés que coincidió con Gravesen en el Hamburgo S.V., señala que “una vez trajo una pistola de paintball al entrenamiento y empezó a disparar a todo el mundo”. A pesar de sus demostraciones en público a lo largo de su trayectoria deportiva y contra todo pronóstico, el centrocampista realizó inteligentes inversiones financieras con todo el dinero que ganó como futbolista con las que obtuvo 100 millones de dólares, según señaló hace unos años el diario danés BT. Una fortuna con la que se ha alejado de la luz pública para refugiarse en la capital del juego, Las Vegas.

A sus 42 años, Gravesen vive una nueva vida de auténtico lujo en la ciudad del pecado acompañado de Kamila Persse, modelo estadounidense de origen checo. El exfutbolista danés del Real Madrid pasa sus días jugando al póker en los mejores casinos de Las Vegas, aunque también se le ha visto disfrutando de otros juegos de azar como el blackjack, la ruleta o las máquinas tragaperras. Una pasión por el póker con la que disfruta jugando con los mejores jugadores del mundo en torneos que se realizan en el estado de Nevada. Unas mesas donde se maneja mucho mejor que en el césped del Santiago Bernabéu, mostrando un carácter simpático y encantador que contrasta radicalmente con su etapa deportiva.

La fortuna de Thomas Gravesen ha crecido exponencialmente desde que se instaló en Las Vegas, gracias a su habilidad con las cartas, ya que parece que cuenta con una calculadora de póker en la cabeza. Durante su nueva etapa en Estados Unidos, el danés se ha convertido en jugador profesional de póker. Una profesión inimaginable para todos aquellos aficionados al fútbol que contemplaron las acciones defensivas del centrocampista durante su temporada y media en España. A pesar de ello, el exfutbolista nacido en Vejle guardaba un as bajo la manga, el cual saca a relucir actualmente en las mesas de los casinos estadounidenses durante los torneos más prestigiosos del apasionante mundo de los naipes.

Los próximos futbolistas en aterrizar en Las Vegas

El póker es una afición cada vez más habitual entre los futbolistas. Unos de los casos más conocidos es el de Gerard Piqué. El defensa del FC Barcelona es un asiduo de los casinos y nunca falta a su cita anual con el European Poker Tour que se celebra en el Casino de Barcelona.

Un torneo donde logró clasificarse quinto en la edición de 2017 tras jugar contra los mejores jugadores del mundo y se llevó un premio que ascendió a los 129.350 euros. Una pasión por el póker de la que ha disfrutado en más de una ocasión en Las Vegas, ciudad en la que participó en el Main Event de las World Series of Poker (WSOP) en 2014, el festival más importante dentro del mundo del póker presencial.

Piqué y otros futbolistas aficionados al Poker. FOTO: https://twitter.com

Neymar es otro de los futbolistas de élite que ha mostrado abiertamente su afición por el póker. El jugador brasileño es un habitual de los torneos de naipes, campeonatos que incluso organiza en su propia casa. Una de sus últimas apariciones más estelares fue en el High Roller de las Brazilian Series of Poker Sao Paulo, el torneo más relevante de Brasil.

Un campeonato donde el futbolista del París Saint-Germain logró clasificarse para la mesa final, en la que terminó en sexta posición y consiguió un premio de 79.440 dólares. Tanto Neymar como Gerard Piqué son grandes candidatos para terminar en Las Vegas después de colgar las botas, un destino en el que podrán seguir los pasos de Thomas Gravesen, todo un referente en el mundo del póker en el estado de Nevada.