Ficción, aventuras, drama, tensión. Alfonso Cuarón crea un clima apabullante, en donde la estética y el envolvente sonido son las estrellas de esta impactante obra cinematográfica. De lo mejor del 2013, la película aborda una peripecia espacial de un modo alucinante, como pocas veces se ha visto en este tipo de historias. Logra que el espectador se sienta lo más cercano posible a flotar en el espacio, con todo el terror y la desesperación que ello conlleva. Ryan Stone (Sandra Bullock) y Matt Kowalski (George Clooney) se encuentran reparando un satélite fuera de su nave. Él, jugueteando, siempre hablando en un tono pícaro, despreocupado y ducho en este tipo de asuntos. Ella, apenas comenzando y haciéndose camino como astronauta. Aquí la presentación de los personajes, a través de un plano secuencia majestuoso y sin desperdicio alguno propiciado por Cuarón. Pero algo rompe el esquema y un accidente inesperado hace destrozos, quedando Matt y Ryan ondeando en la perturbadora gravedad. A partir de allí la narración somete al observador a dejarse llevar por un mundo de sensaciones, invitándolo a recorrer el inmenso cosmos en la piel del dúo actoral (más que nada en Bullock), en lo que podemos denominar como cine-experiencia.
LO MEJOR:un espectáculo visual. Intimidante, tensa, con una interpretación brillante de Bullock. Sonido envolvente. Se crea una atmósfera inmejorable, compenetrando al espectador en la historia. LO PEOR: probablemente lo simple que es la trama.
PUNTAJE:8,8