Desde el año 1992 Thierry Mugler ha creado varios modelos de estrellas para guardar su perfume más emblemático, Angel.
Todas son auténticas obras de arte y han sido objeto de deseo de muchas de nosotras. Este 2015 llega una nueva incorporación y creo que es de los frascos más impresionantes que se han creado para Angel y eso es mucho decir.
Se llama Gravity y desafía las leyes de la gravedad además de jugar a su antojo con la luz.
Hace cosa de tres meses desde la firma nos invitaron a conocer más sobre la historia de la estrella azul y nos contaron cosas muy interesantes, hablaron por ejemplo de la dificultad que supuso crear el frasco de Angel (el original).
Viendo ahora el frasco de Gravity me imagino que la complejidad habrá sido todavía mayor, y es que es realmente impresionante.
Y algo nos cuentan desde la firma sobre la dificultad del proceso, como que tuvieron que crear un molde específico sin fondo devastador para que el vidrio tuviera un aspecto perfecto.
Las complicaciones por las variaciones de espesor y las infinitas caras del frasco, la integración de los metales en el vidrio…
Vamos, que el proceso fue complicado y no con pocas trabas, pero la gente de Thierry Mugler sabe sorprendernos con estas ediciones limitadas que son más una obra de arte y un objeto de coleccionista que un perfume.
El frasco es contundente (240 gramos) y a la vez delicado, especial, mágico y todo un objeto de deseo para nuestros tocadores.
Del perfume ya ni os hablo… sabéis que lo adoro desde hace 20 años y creo que esta historia de amor durará para siempre, ¡razones no me faltan!
Podéis encontrar Gravity en formato 75ml y recargable por 124 euros.