La gran triunfadora de las elecciones ha sido la Coalición de Izquierda SYRIZA, con un 16,6%. Se trata en palabras de su líder, Alexis Tsipras, de un partido hermano de Izquierda Unida . Tsipras ha sido visto por los votantes como un hombre más cercano a sus problemas que cualquier otro político gracias a que defiende un discurso que propone otra forma de hacer las cosas y a que reside en un humilde barrio ateniense lleno de inmigrantes.
Es el verdadero ganador moral de las elecciones y de su partido dependerá la creación de una nueva coalición de gobierno en la que entrará sin duda Tsipras. Los claros perdedores han sido los conservadores, que tenían la esperanza de crear una coalición de gobierno de centro derecha que legitimara las políticas de ajuste.
Amanecer Dorado, con una esvástica de diseño como logotipo para edulcorar su imagen, pero de forma que deje claro a sus votantes quienes son realmente, propone “poner minas en la frontera para evitar la llegada de inmigrantes, echar a todos los sin papeles y no apoyar a ningún gobierno”. En su sede, relataban corresponsales en Atenas, se pueden ver vitrinas con libros a la venta como Mein Kampf o sobre el White Power y en sus pasillos abundan cabezas rapadas que cuidan de su líder, Urania Mijaloliakos, al que se “debe siempre mostrar respeto”.
Otro partido que ha cosechado muy buenos resultados ha sido Independientes Griegos, nacido de los miembros de Nueva Democracia opuestos a los recortes. Ha obtenido un 10% de los votos gracias a su oposición a las medidas de ajuste. A todo ello hay que añadir que casi el 20% del electorado ha votado a pequeños partidos que no tendrán representación, con lo que la legitimidad de la política de recortes del anterior gobierno ha quedado completamente deslegitimada.
Sin embargo, parece que Grecia tendrá que seguir aplicando algunos recortes más pero gracias a estos resultados la Troika Europea tendrá que rebajar las exigencias sobre la deuda griega y empezar a replantearse nuevas políticas para intentar generar crecimiento en el sur de Europa.
La victoria de Hollande en Francia ha supuesto otro revés a las políticas de recortes y una señal más del fuerte rechazo de los ciudadanos a una forma de intentar acabar con la crisis, que de momento sólo esta sirviendo para empeorar la situación a la mayoría. Hollande y el nuevo gobierno griego comenzarán a plantear a la UE nuevas formas de generar crecimiento, entre las que pueden caber políticas en las que el Estado se implique como generador de empleo o un necesario retraso del objetivo del déficit europeo.