En
julio publiqué en las redes el libro ‘El drama griego. La batalla del euro’,
en el cual pretendía recoger algunas de las contradicciones que se vivían en
ese conflicto, a continuación reproduzco extractos del mismo, escritos antes de
la ruptura de Syriza que anticipaba como posibilidad, creo que útiles para entender
la problemática actual en la que siempre estará presente la contradicción de una amplia mayoría de población que quiere seguir dentro del euro pero otra amplia mayoría de población está mucho más que hasta las narices de tanta austeridad. Cuadrar ambos intereses no es sencillo, en cualquier caso un sector se sentirá traicionado, porque permanecer dentro de la eurozona implica aceptar el rescate, lo cual supone un grado de austeridad -que en todo caso ya veremos como se implementa y si se negocia una quita que no se llamara así- parece que por ahora quien pretende hacerlo es Tsipras con una mayoría de Syriza en torno a los dos tercios, buscando aliados tras las elecciones.
En
la crisis de Grecia iteran múltiples intereses contradictorios
En
la crisis de Grecia, que es parte de la batalla del euro, una guerra más global
y de superior alcance geoestratégico, es imposible comprender la realidad
permaneciendo instalados en la comodidad de ver dos trincheras, a un lado los
buenos y al otro los malos. ¿Solo dos partes enfrentadas? Yo tengo más
problemas cada vez que miro el asunto, fácilmente aparecen ante mí dos docenas
de intereses en conflicto, y además se mueven y cambian de postura. ¿A un lado el pueblo al otro la troika? Es
extremadamente simplista y esconde demasiado la realidad ¿El pueblo griego todo uno y la troika todos los pueblos de Europa? Demasiado
falto de explicaciones que no incluyen a ustedes ni a mi ¿Acaso no existe posibilidad por pequeña que fuera, de que al menos
una parte de los europeos creyeran estar ayudando a los griegos a crear un
estado sostenible?
¿No
es posible aceptar que algunos socios comunitarios intentaran conceder
préstamos, liquidez, etc. que Grecia no obtenía de ningún otro país del mundo?
Inmediatamente se podría pensar, mejor
que los dejen a su bola que los
griegos ya se encargarán de arreglar sus problemas. Pero, durante muchos
años – desde 1830 independencia de los griegos- no fueron capaces de dotarse de
un estado sostenible, por eso estamos aquí, ¿dejarlos
en paz, a su bola? Empiezan a coincidir gentes muy distintas en esa idea,
Schauble, Le Pen, Amanecer Dorado, sectores de Syriza… Así resulta imposible
aceptar que todo se reduzca a dos partes. Y acabamos de empezar otra nueva
etapa de contradicciones.
Veamos: Syriza ganó las elecciones en enero con
apoyo electoral de un 36%, por tanto cerca de dos tercios del pueblo griego no
votaron Syriza, lo hicieron a otras opciones, socialdemócratas, derecha, y
extrema derecha, Amanecer Dorado obtuvo 500.000 votos, un 4% de la población
total, en España cerca de 1.900.000 de votos. Syriza contiene al menos una
decena de partidos, entre los cuales hay comunistas, trotskistas,… algunos
desde el inicio han torpedeado a Tsipras, unos proclaman su intención de salir
del euro y empezar de cero con el dracma, otros pretenden la revolución
socialista por tanto indispensable salir de la eurozona, otros seguir en el
euro a toda costa, hay comunistas europeístas, ‘El obstáculo real a la reforma se sitúa en el estado clientelar’
escribía Tsakaloto, el aristócrata rojo, sustituto de Varoufakis; forman
gobierno apoyados en un partido nacionalista de extrema derecha, al que
otorgaron el enorme poder del ejército, uno de los bastiones de mayor
corrupción clientelar en el drama griego del que no han reducido gastos, y son
de los mayores del mundo.
En
el referéndum convocado por Tsipras, que para complicarlo más invierte los
términos lógicos de votación habituales con el sí y el no; votaron SI un 38%, o
sea, en contra del gobierno y se supone que europeístas; votaron NO, un 62%, se
supone que progubernamentales, opositores y euroescépticos, fundamentalmente
unidos en contra de las medidas de austeridad, -todo el mundo coincide en estar
en contra de mayores penalidades, como es lógico- hubo comunistas que se
abstuvieron o no dejaron claro su voto; ¿y siguen hablando de un solo pueblo?.
En
las encuestas recientes un 70% de griegos se declaran defensores de la
permanencia en Europa a sabiendas de que costará pagar un precio, por tanto hay
EUROPEÍSTAS partidarios del SI y del NO en el referéndum. Pocos días antes de
la votación, se hace público el primer explosivo informe del FMI, muy crítico
con la eurozona, distanciándose de los criterios ‘alemanes’, sobre la
insostenibilidad de la deuda griega, actuó en la práctica como apoyo a Tsipras. En el informe ya indicaban
que Grecia necesitaría un tercer rescate en el que el FMI no estaría, salvo
aceptando negociar la reestructuración de la deuda, el documento apuntaba un
período de gracia de 20 años. Y esta postura apoyada por Obama, que siempre
apostó por más crecimiento que recortes para reducir la deuda, por tanto
enfrentada a la hasta ahora dominante alemana.
Pero, ¿la troika no eran tres entidades unidas?, aquí parecen
enfrentadas públicamente con fuerza, al menos dos.
“Si la troika derrota la
decisión soberana de Grecia, creo que podríamos
dar por clausurada la democracia en Europa y debiéramos sacar las
conclusiones correctas”. Juan Carlos Monedero. Universidad Pública de Navarra.
‘Pido apoyo a Europa
para cambiar Grecia: es la responsabilidad histórica sobre la que se nos va a
juzgar.’ Alexis Tsipras, 8/07/2015 en el Parlamento Europeo, tras el
referéndum.
Tras
el referéndum llegó el acuerdo previo de Tsipras y la mayoría de su gobierno con
los negociadores, -acepta la tutela europea hasta 2018, y realizar urgentemente
la reforma fiscal, la reforma de pensiones y renuncia a incluir la
reestructuración de la deuda en el rescate, aunque parece claro que se
producirá en pocos meses, se estudian fórmulas y períodos de carencia de 20
años, plazos de amortización de 50-.
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