Por: José Ignacio Torreblanca | 01 de julio de 2015
“La decisión de Alexis Tsipras de convocar un referéndum es una muy mala idea. Y no porque los referendos sean malos en sí mismos sino porque para que cumplan su función democrática tienen que reunir una serie de condiciones. Un referéndum exige una pregunta clara que la gente corriente pueda entender. Y las posibles respuestas, idealmente no más de dos y mutuamente excluyentes, deben estar igualmente claras, tanto en su formulación como en las consecuencias. Ninguna de esas condiciones se da aquí.
(Publicado en la edición impresa, página 2, del Diario EL PAIS, el miércoles 1 de julio de 2015)
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Y lo entiendo.
El Dr. Alberto Jorge, ilustre jurista, es de los “zurdos” de verdad, o sea, de quienes honran las izquierdas formando parte de ellas, pues se trata de persona honesta, de gran formación humanística y jurídica, fácil y docta escritura y especial sensibilidad hacia los problemas sociales, máxime en Portugal, país en el que el gobierno conservador ha aplicado unos durísimos correctivos al estado del bienestar, por mor de resolver el “rescate” que en su día se vio obligado a solicitar.
Pero, por encima de la realidad portuguesa y de lo opinable que viene a resultar el trance de la crisis en Grecia, es difícil sustraerse a la sensación de que Tsipras y Varufakis no son “trigo limpio”, y tienen en sus manos la “patata caliente” de la crisis en Grecia, que no saben cómo quitarse de encima.
Parto de la base indudable de que en Grecia los gobiernos precedentes efectuaron una deplorable gestión de la “cosa pública” y “quemaron” la economía, dilapidando excesos en medidas aparentemente sociales sin fundamento económico razonable y permitiendo a la oligarquía casi eterna en el país helénico campar a sus anchas, en detrimento del sufrido pueblo.
Mas la finalidad y el uso de ese referéndum son espúreos, ya que el primer ministro convocante, al tiempo de llamar a la consulta popular sobre las condiciones de negociación que impone Europa, y al tiempo de pedir con tronío que no se acepten, juega al gato y al ratón con la Unión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional, ofreciendo despuésde la convocatoria otras propuestas de acuerdo y llegando casi a aceptar por adhesión la última propuesta de la otra parte.
Contrasentido y contradicción que saltan a la vista y evidencian un falta de rigor total, al tiempo de subrayar una desvergüenza y “cara dura” sin límites, al decir unas cosas en un foro y las contrarias en otro.
Y el colmo de los colmos es mantener que si triunfa el “sí”, la aceptación a las propuestas europeas, el gobierno dimitirá.
¿Amenaza, advertencia o real reconocimiento de un fracaso?
Sea lo que fuere, ahí está la posición racional y razonable de Alemania (bajo la batuta de la presbiteriana Ángel Merkel), manteniendo que, una vez realizado el referéndum y según los resultados, ya se decidirá si se re-emprenden las negociaciones y bajo qué parámetros.
Y en nuestro país, los de “P(j)odemos” han hecho “mutis por el foro”, eludiendo cualquier posicionamiento al respecto, y rezando (es un decir, porque su jefe se llama “Iglesias”) para que se pierdan en los archivos las fotografías en las que él mismo daba entusiasta apoyo ante los mítines al infumable Tsipras.
Esos “P(j)odemos” que, después de ocultar como el avestruz su apoyo y dependencia del chavista Maduro, de Venezuela, eluden recibir a las esposas de los líderes opositores venezolanos, en indignante prisión política, con la excusa de “problemas de agenda”.
¡Vaya caradura!
Así que “esperando que es gerundio…” y deseando que por uno u otro camino la crisis de Grecia se resuelva, poniendo fin a días de zozobra y peligro en lo económico.
Y si además caen los impresentables que avivan el fuego de los quebrantos sociales, mucho mejor…
“Cuando un hombre estúpido hace algo que le avergüenza, siempre dice que cumple con su deber” George Bernard Shaw(1856-1950) Escritor irlandés.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA