Sí, habéis adivinado (o leído bien, jeje), el que aparece a nuestra derecha en la fotografía es Petros Márkaris, que el sábado, como ya he dicho, participó en los Encuentros de la novela negra actual organizados por CaixaForum en la conferencia "Grecia y Jaritos", en la que fue entrevistado por el, también, escritor Tomás Val.
La primera pregunta que le hizo Tomás Val para romper el hielo fue si estaba contento de estar en España y cómo veían los griegos a los españoles, a lo que Petros contestó que "por supuesto" y que "los griegos tienen una actitud positiva hacia el sur de Europa". A partir de aquí, se inició la batería de preguntas* sobre Jaritos y la novela negra en general, las cuales os dejo a continuación:
- En alguna ocasión ha elucubrado sobre la hipótesis de que algunos países de la Unión Europea vuelvan a su moneda antigua, ¿que cree que pasaría si esto tuviera lugar? Sí, en la tercera novela de Jaritos sobre la crisis planteé esta cuestión y la conclusión es que por mucho que a los ciudadanos le gustara la idea de volver al dracma, a la peseta..., supondría grandes dificultades.
- En algunos casos los personajes tienen más fama que sus escritores y creo que en este caso también ¿qué le parece que Jaritos sea más famoso que Petros? Bien, el personaje es lo importante, el escritor se va, el personaje queda.
- Dicen que los escritores son vanidosos, ¿es verdad? Todos los artistas (actores, pintores, escritores...) lo son, es intrínseco a la profesión.
- ¿Qué concepto tiene del patriotismo? ¿se considera un apátrida? No, no me considero un apátrida, pero tampoco entiendo el concepto de patria. Mis orígenes son una mezcla, padre armenio y madre griega, no sé cuál es mi patria, no lo es Turquía, pero tampoco lo es Grecia ya que con ésta el vínculo es más bien lingüístico. Pero si tengo que decir qué lugar considero mi hogar, ése es Constantinopla, es donde están mis recuerdos.
- A pesar de su formación alemana, no tiene pensamientos alemanes. Cierto, entiendo a los alemanes, pero mi cultura es mediterránea.
- ¿Cómo fue su época de formación? Mi padre me mandó estudiar económicas, y aunque no me gustaba (ni me gusta) la economía, no me quedó otro remedio que empezar la carrera. Sin embargo, tenía un Plan B: sacar malas notas, y así lo hice hasta que mi padre se dio por vencido. Ahora tengo una sensación de amargura porque mi padre no pudo ver mi éxito como escritor.
- ¿Hay influencias de Bertolt Brech en Jaritos? Sí, estudié al personaje en su momento e integro de él la distancia con las que ve el entorno, el papel de observador. Es decir, cuando escribo lo hago como observador, no me implico, observo el entorno, a las personas y luego lo plasmo. Por ejemplo, Adrianí es como mi madre y mi hija me dice que está cansada de leer en las novelas chistes sobre Atenas que ya me ha escuchado.
- ¿Cómo nació Jaritos? Entre 1990 y 1993 escribía guiones para la serie "Anatomía de un crimen", pero tras 70 capítulos me cansé y le dije a mi jefe que lo dejaba. Sin embargo, él no se resignaba, me presionaba y machacaba para que escibiera más capítulos, de hecho lo consiguió, y un día pensé que mi jefe, siendo tan insistente bien podría ser o dentista o policía. La profesión de dentista no tiene muchas emociones, o variaciones, así que al final elegí la profesión de policía.
- La novela negra es un fenómeno actual, ¿a qué cree que se debe? La novela negra ha tenido una regresión, sobre todo la mediterránea y nórdica. En el siglo XIX había novelas de policías y la carga social estaba muy presente. En 1989, con el derrumbe del socialismo se vuelve a retomar la novela social que en los últimos años había sido aparcada. Y ahora ha vuelto a pasar lo mismo, la novela negra se utiliza como portavoz en contra de la corrupción el poder, etc. Aunque es cierto que hay novela negra muy mala.
- ¿Es tan catastrófica la situación en Grecia? Si echo la vista atrás a la historia de Grecia desde 1975, siempre ha sido un país pobre, pero lo llevaba bien porque también era culto, por ejemplo, las canciones griegas folclóricas tienen una carga poética enorme. Al estar 'acostumbrados' a ser pobres, cuando llegó la riqueza virtual de los '80 no supieron cómo gestionarla y esto ha sido desastroso porque en 2010 esa riqueza desapareció y los griegos ahn estado 5 años creyendo que se podía recuperar. Pero no, la última esperanza que tenían, Syriza, ha cometido muchos errores y los griegos ya se han cansado, por lo que sólo queda aceptar la realidad.
- Al escucharle y leer sus novelas, veo que es muy crítico con los griegos pero también tiene mucha ternura con las personas como individuos por separado. Así es, en la sociedad veo todos los errores, pero en una sociedad hay excepciones, las cuales son muy valiosas, y son sobre esas excepciones sobre las que escribo. Un ejemplo de excepción es la familia: Jaritos y su mujer son de las zonas más pobres de Grecia y eso los hace decentes, y éso es lo que quiero mostrar en mis novelas. También hay alemanes buenos, me gusta descubrir lo que hay por debajo, las apariencias no lo son todo.
- ¿Es Jaritos un adivino, un oráculo? No, es observador por lo que explica lo que ocurre y de, ahí, lo que va a ocurrir puesto que ya no hay vuelta atrás y toca mirar adelante, reconociendo que ahora hay pobres más pobres que los de antes.
- En su saga de Jaritos se habla mucho de comida, ¿por que ese hedonismo culinario? Hay colegas míos escandinavos que escriben muy bien pero cuyos detectives sólo comen pizza y cocacola, cosa que me pone nervioso. La comida es un acto social. La supervivencia de la Europa del sur se basa en la familia y la familia, a su vez, en la comida alrededor de la mesa, aunque ahora, con los dos padres trabajando, eso se está perdiendo.
- ¿Por qué nos gusta tanto la novela negra nórdica? Bueno, hay una gran variedad de novela nórdica. Por ejemplo, en las novelas de Nesbo siempre hay un asesino despiadado que el héroe atrapa. Y esto refleja dos cosas: 1) que la brutalidad puede ser atractiva, como ya se ha visto también en el cine y 2) el sentido de justicia que tenemos las personas (cuando una persona combate la maldad se activa en nosotros el "principio quijotesco" como yo le llamo).
- ¿Por qué Jaritos cuenta la historia en primera persona? Porque es él el narrador, no yo. Los traductores se equivocan cuando quieren darle un lenguaje literario siendo, en realidad, un lenguaje oral.Y esto es así por al forma de escribir la novela, no plasmo una historia que está ya pensada, sino que escribo un capítulo y al acabarlo me dejo llevar para escribir el siguiente.
Y para terminar, ¡ronda de firmas! los que fuimos preparados aprovechamos para que nos firmara alguno de sus libros y... yo también aproveché, echándole mucho morro, para hacerme una foto con él ¿cómo saber si en el futuro iba a tener otra oportunidad como esta?
* Las preguntas no son literales y tienen un hilo conductor, aunque aquí no lo haya puesto, pero la esencia sí es y las respuestas de Petros sí son tal cual.