Grecia ha tomado el camino de servidumbre anunciado en la génesis del actual modelo económico. A los fuertes recortes de los salarios públicos en educación, salud y justicia (equivalente a dos meses de sueldo), se agrega la baja de las pensiones y el retardo de la edad de jubilación. También el aumento del IVA que llegará al 25%, más impuestos específicos al tabaco, los alcoholes y la gasolina. Este auténtico “plan de shock” que el FMI impuso a los países latinoamericanos en la década de los años 80, inicia así su cruzada por Europa en lo que no será precisamente una comedia. La tragedia de Grecia es la primera ficha del dominó que cae oficialmente. Muy pronto le seguirán los otros países.
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Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización