Greenpeace acusa gobierno japonés de coaccionar a los refugiados de Fukushima

Publicado el 22 julio 2015 por Antonio Fernández Reyes @tonyfdezryes
Greenpeace denuncia que el primer ministro, Shinzo Abe, se preocupa más por la política que la salud pública. 
El gobierno japonés está realizando movimientos para acelerar el retorno de los refugiados de Fukushima a sus hogares, la organización de defensa del medio ambiente Greenpeace advirtió el martes que la contaminación radiactiva sigue siendo "tan extendida y en tal alto nivel "que será imposible que la gente que vaya estará a salvo". 
Cuatro años después de un terremoto y el posterior tsunami que dejó fuera de juego a la planta de fusión nuclear de Fukushima Daiichi, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, está presionando para levantar las órdenes de evacuación para marzo de 2017 y cortar la indemnización a las víctimas del desastre en 2018. La medida permitiría -y algunos hablan de forzar - a decenas de miles de refugiados a regresar a sus hogares. El primer ministro pro-nuclear dice que la medida, propuesta en junio, tiene como objetivo acelerar la "reconstrucción de Fukushima”. Greenpeace, sin embargo, advierte que esta medida sería imprudente y peligrosa. La organización evaluó la contaminación por radiación en Iitate, una zona de 75 millas cuadradas en la prefectura de Fukushima, y encontró que incluso después de la "descontaminación", el nivel de radiación se mantiene en 2uSv / h, o diez veces el máximo considerado seguro para el público. 
"Al primer ministro Abe le gustaría que la gente de Japón creyeran que con la descontaminación estas vastas áreas de Fukushima están niveles suficientemente seguros para que las personas puedan vivir," dijo Jan Vande Putte, especialista en radiación de Greenpeace Bélgica, en un comunicadode prensa. "La realidad es que esta es una política condenada al fracaso. Los bosques de Iitate poseen una gran radiactividad manteniendo tanto un peligro directo así como fuente potencial de recontaminación durante cientos de años. Es imposible descontaminar".  
Según Greenpeace, la eliminación de la compensación obligaría forzarían las personas a volver a un ambiente que es peligroso para su salud. "Negándoles a las víctimas nucleares su remuneración ya inadecuada,  puede obligarlos a tener que regresar a las zonas inseguras, altamente radiactivas por razones financieras, se puede hablar de coerción económica", dijo Putte. "Que quede claro: se trata de una decisión política del Gobierno de Abe, no una basada en la ciencia, en los datos o la salud pública". 
Mientras tanto, los refugiados nucleares de Iitate están luchando por una compensación adecuada a través de un proceso de resolución alternativa de conflictos. Su abogado, Yasushi Tadano, dijo: ".. El destino del Pueblo de Iitate es otro caso como el de los numerosos casos en el pasado donde Japón abandonó a su pueblo, al igual que con la contaminación minera en Ashio y la enfermedad de Minamata. No podemos permitir que esto suceda de nuevo”. 
A pesar de la oposición pública, Abe está persiguiendo agresivamente un retorno a la energía nuclear. A principios de este mes, el Partido Liberal Democrático de Abe reveló que aspira a tener el 20 por ciento de la electricidad del país suministrada por la energía nuclear para el año 2030.
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