Las columnas salomónicas danzan la danza del vientre.
Rollo de pianola, música "braille" para pianos ciegos.
Boina: disco de música vasca para la cabeza.
Los bancos públicos son los pentagramas de las iniciales del amor.
Cante jondo: lloricantar.
Cuando se oye lo estupendamente que imitan el cacareo los violines se piensa que hasta podrían poner un huevo.
Al afinar el violín se le tira de las orejas.
La última nota rasgada del tango es su rúbrica.
¡Qué partido sacan de los borrones los compositores de música!
Menos mal que a los mosquitos no les ha dado por tocar el saxofón.
En los conciertos debían registrar a la entrada para que no dejasen pasar ninguna tos de contrabando.
(Ramón Gómez de la Serna)
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