Muchos esperábamos ver un encuentro más luchado y parejo por parte de ambos equipos, digno de dos rivales que sabían lo que se jugaban, pero lo que propuso Gremio dentro del gramado de juego terminó por bloquear y anular el juego que Lanús suele realizar llevando a los brasileños a tomar el control del partido y regalándonos un buen primer tiempo por parte de ellos.
Era evidente que los argentinos tenían que salir a buscar el partido y eso hacía prever que tendrían el control del mismo, pero la forma como salió Gremio a jugar una final es la de un verdadero campeón que busca desde el inicio ser el protagonista principal y demostrar que llego a la Argentina en busca de su tercera Copa Libertadores.
De esta forma Gremio logra ganar luego de 22 años la Copa Libertadores de América y se suma a las dos ganadas los años 1983 y 1995 e igualando a Santos y Sao Paulo con la misma cantidad de trofeos ganados para sus vitrinas, además Renato Gaúcho se convierte en el primer brasileño en ganar la Libertadores como jugador y entrenador.