Hace varios meses, cuando terminó la temporada número trece de la serie, hablé sobre ella, dejándola por los suelos de una manera devastadora, haciendo eco de sus numerosos fallos, entre ellos las decisiones absurdas de los protagonistas o esos efectos sacados de la quinta parte de Sharknado que tanto daño hizo a nuestros ojos (y a los míos, no se han vuelto a recuperar después de eso). Y aunque algunos de esos fallos no se van a solucionar en mucho tiempo (o incluso nunca), sí podemos decir que la serie va por el buen camino en esta nueva temporada.
Pero por un momento voy a dejar a un lado los aciertos que está teniendo el buque insignia de Shondaland para hablar de la mayor guarrería que nos ha hecho la serie desde que un camión arroyó el coche de Derek Shepherd: la aparición del tumor de la hermana de este, Amelia. Mira, no te lo consiento, Shonda Rhimes. No te lo consiento, Kevin McKidd. No te lo consiento, Krista Vernoff. No me puedo creer que hayáis metido un plot twist tan absurdo e innecesario solo para hacer sufrir a uno de los personajes más queridos por los fans con el único objetivo de conseguir drama en una serie en la que ya de por sí hay drama cada segundo.
Y ya que hablamos de Owen, tenemos que hablar de su maravillosa hermana supuestamente muerta que en realidad todos sabíamos que iba a acabar apareciendo milagrosamente en la serie. Grey's Anatomy me da a mí que ha aprendido muy bien lo de sacar a los muertos de sus tumbas de Pretty Little Liars. Sin duda alguna, Shonda Rhimes se tomó un café con Marlene King el día que decidió traer de vuelta a la hermana de Owen. ¿Lo mejor? Que Megan Hunt mola. Y mucho.
Aquí viene mi pregunta. ¿Por qué un personaje como Megan Hunt, que ha aparecido en apenas 5 capítulos y ha jodido la relación de Meredith y Riggs, nos gusta tanto? Pues simplemente porque es una tía con dos cojones (sorry not sorry) más grandes que los de todo el hospital junto. Es una chica que ha luchado por sobrevivir, que nunca pierde la sonrisa, que se merece ser feliz. Además, su humor ácido y su personalidad sin filtros nos hace recordar a personajes como el de Cristina Yang (salvando las distancias), a la cual todos echamos de menos. Sin duda, Megan Hunt es la gran revelación de la temporada.
Y no nos podíamos olvidar del momento más importante de toda esta primera parte: el Harper Avery de Meredith y ese capítulo 300 que más de una lágrima nos sacó a todos. Las referencias a las primeras temporadas, los clones de George, Izzie o Cristina, las veces que se menciona a Slexie o esa aparición de la madre de Meredith son algunos de los momentos que nos llegaron al corazón. Y ese discurso de Jackson en honor a Meredith y lo maravillosa y fuerte que es terminó por rematarnos del todo. Kleenex se han hecho millonarios gracias a este capítulo. Una vez más, Grey's Anatomy nos vuelve a demostrar que puede hacernos llorar con más facilidad que Lydia Lozano en una tarde cualquiera en Sálvame.
Hablando de Jackson, es el momento de hablar de su singular relación con su hermanastra, Maggie Pierce. Esto cada vez se parece más a un capítulo de Los Serrano: no hace falta que los hermanastros se enrrollen entre ellos para que haya drama y salseo en una serie. Todos sabemos que Jackson tiene que terminar con April y que Maggie tiene que terminar con Andrew (seguramente yo soy el único que shippeaba esta pareja, pero es una realidad. Esta ship es real). Ya está. No hace falta que me lies a Jackson con Maggie. Así que, por favor, por mi salud mental, stop.
Pero no puedo terminar este artículo sin nombrar a la (otra) revelación de la temporada: Carina DeLuca. La hermana de Andrew se ha convertido en el personaje más divertido de esta primera ronda de capítulos. Veo en ella a un gran fichaje para la serie. Hacía falta una chica sin filtros y sin prejuicios a la hora de hablar de algo tan simple como la sexualidad, y Carina representa eso a la perfección. Además, creo que puede llegar a ser una gran chica para Arizona en un futuro y de verdad espero que su """"relación"""" con Owen no pase de ser un rollo de una noche. Parece que los guionistas todavía no se han dado cuenta de que Owen no vale para vivir en pareja.
Los hermanos DeLuca están siendo un gran acierto. La evolución que ha tenido Andrew desde que apareció por primera vez, dejándonos a todos con la boca abierta, ha sido fantástico. Ha pasado de ser un personaje completamente plano a cogerle un cariño increíble en muy poco tiempo (tampoco es muy complicado, tan solo hay que verle). El caso de DeLuca es uno de esos en los que crees que un personaje va a tener una personalidad muy marcada, muy fija, muy tópica, y te encuentras con una sorpresa mayúscula al descubrir que no es así, y que ademas es todo lo contrario. Queremos más de DeLuca.
Bueno amigos, esto ha sido todo por hoy y espero que después de este extenso (extensísimo) repaso a todo lo que ha pasado en la serie os dignéis a comentarme que os ha parecido este arranque de temporada. ¿Qué pensais de ese giro de guion de Amelia? ¿qué pasará con Maggie y Jackson? ¿conseguirá Carina que todas las mujeres del Seattle Grace pasen por su consulta para hacer un estudio de esos que todos sabemos? ¡Os espero en los comentarios!
David (@DavidMichele8)