Este extracto es del discurso del Secretario General del PSOE de Andalucía, José Antonio Griñán en el último Comité Director. Me parece el párrafo interesantísimo, independientemente de que pueda ser o nó, un discurso estético. Creo que en los últimos años se ha aplicado aquello de "Juventud, divino tesoro" a la política del Partido Socialista y por similitud a otros partidos, y para colmo se ha utilizado la política de promoción de la mujer joven con el objeto de cumplir objetivos de paridad y disminuir la edad de los comités y órganos del partido, eso sí, manteniendo a los "dinosaurios" de toda la vida, que por su poder territorial no ha habido nadie capaz de retirar, entre otras cosas porque no se los imagina uno buscando trabajo en el exterior o cogiendo la tiza para volver a las aulas de las que vinieron hace más de veinte años (¡pobres alumnos!). Creo que Griñán es una persona, que igual sin el carisma de otros políticos, intenta poner seriedad en un proceso que más que de renovación es de adaptación a la sociedad. No es un revolucionario, ni un marxista en el sentido clásico, no nos vayamos a equivocar, pero tiene algo que Lenin establecía como principio básico de un bolchevique: comprender la realidad para actuar. También es muy importante subrayar esa frase de que no es necesario masculinizar el discurso y volver a las políticas de barones varones, valga la redundancia. Creo, repito el verbo, que es una persona que ha llegado a la política en un escenario difícil y que le va costar llevar su proyecto para adelante, pero no cabe duda de que lo intenta. Tiempo al tiempo. Hoy me permitirán ustedes un ramalazo optimista.
Este extracto es del discurso del Secretario General del PSOE de Andalucía, José Antonio Griñán en el último Comité Director. Me parece el párrafo interesantísimo, independientemente de que pueda ser o nó, un discurso estético. Creo que en los últimos años se ha aplicado aquello de "Juventud, divino tesoro" a la política del Partido Socialista y por similitud a otros partidos, y para colmo se ha utilizado la política de promoción de la mujer joven con el objeto de cumplir objetivos de paridad y disminuir la edad de los comités y órganos del partido, eso sí, manteniendo a los "dinosaurios" de toda la vida, que por su poder territorial no ha habido nadie capaz de retirar, entre otras cosas porque no se los imagina uno buscando trabajo en el exterior o cogiendo la tiza para volver a las aulas de las que vinieron hace más de veinte años (¡pobres alumnos!). Creo que Griñán es una persona, que igual sin el carisma de otros políticos, intenta poner seriedad en un proceso que más que de renovación es de adaptación a la sociedad. No es un revolucionario, ni un marxista en el sentido clásico, no nos vayamos a equivocar, pero tiene algo que Lenin establecía como principio básico de un bolchevique: comprender la realidad para actuar. También es muy importante subrayar esa frase de que no es necesario masculinizar el discurso y volver a las políticas de barones varones, valga la redundancia. Creo, repito el verbo, que es una persona que ha llegado a la política en un escenario difícil y que le va costar llevar su proyecto para adelante, pero no cabe duda de que lo intenta. Tiempo al tiempo. Hoy me permitirán ustedes un ramalazo optimista.