Nuestros coordinadores, María Elena Marroquín y Donald Urízar hicieron una improvisación poética al respecto de los papeles protagónicos de las mujeres que, con audacia y tenacidad, abrieron la brecha para que muchas de las mujeres de hoy tengan una mejor calidad de vida, pero haciendo hincapié a que las mismas mujeres deben empoderarse, valorarse y tener la determinación de romper con cualquier cadena de esclavitud.
Gloria de León, nuestra cantautora invitada, nos deleitó con su voz y animando a la concurrencia para romper ésos estereotipos que se han impuesto en nuestras naciones latinoamericanas.
Obedeciendo ése manifiesto, tuvimos la participación de una poeta nueva, Azalia Menchú. Originaria de Totonicapán, departamento contiguo a Quetzaltenango, sorteó tiempo, distancia y nervios con tal de incursionar en ésta primera participación con poesía propia.
Cecilia Armas, a quién conocimos en el Festival Internacional de Poesía Grito de Mujer 2014 en Quetzaltenango, volvió a acercarse con nosotros para ésta oportunidad. Es gratificante saber el impacto que el festival está logrando en la ciudad.
Al finalizar la actividad, Lucía, una amiga artista visual de Sacatepéquez, Guatemala; nos donó el lienzo de pintura para dar espacio a la libre expresión por medio de la pintura, como una forma de dejar constancia visual y escrita de lo que significó Grito de Mujer.
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