Grupo C: Goles, sufrimiento y clasificación

Publicado el 14 julio 2011 por Elacertijo
Por Juan Cuccarese / @jcucca
Brasilero, brasilero...
En el otro cruce final por el Grupo B, Brasil enfrentaba a Ecuador en busca de la clasificación.
El partido comenzaba con un Ecuador que movía la pelota ordenadamente y tocaba frente a un Brasil que intentaba proponer lo mismo, juego prolijo.
Maicon era el más lucido en un Brasil que apostaba al juego de sus laterales, como en anteriores partidos. A los 27, llegaría el primer gol: André Santos pondría un centro preciso desde la izquierda, y Pato aparecería para anotar de cabeza. Brasil se ponía 1 a 0 arriba y aseguraba la clasificación. Pero lejos de deshacerse, Ecuador respondió rápido: a los 37, Caicedo saca un remate potente desde afuera y un blooper de Julio César (que nos hace recordar al arquero Green en Sudáfrica 2010) permite que el partido quede nuevamente en tablas. El 1 a 1 complicaba a Brasil.
Durante los últimos minutos, se pudo ver a un Ecuador que intentó con varios remates y un Brasil que terminó metiéndose atrás. Así, termino la primer parte.
Al comenzar el segundo tiempo, Brasil salió determinado a ponerse arriba en el marcador. Pasados tan solo 3 minutos, Neymar convertiría el 2 a 1: Ganso lo habilitaría con un buen pase entre varios defensores ecuatorianos, y el crack brasileño remataría potentemente frente al arquero. El Scratch volvía a encontrar tranquilidad con este tanto.
Pero nuevamente, le duraría tan solo 10 minutos: A los 13, Caicedo volvería a poner las cosas en igualdad, con un enganche y un remate desde afuera del área que Julio César no podría evitar. A Brasil le duraba poco la tranquilidad luego del gol, y nuevamente se veía complicado para clasificar, pero sacaría a relucir su orgullo tan solo dos minutos más tarde.
A los 15, Elizaga da rebote tras un disparo de Neymar, y Pato consigue conectar la pelota para poner el 3 a 2. Así, Brasil trataba de enfriar el partido.
La verdeamarela era efectiva cuando se trataba de atacar, pero Julio César inquietaba a todos debido a que tuvo responsabilidad en ambos goles, y la defensa no era lo más seguro que había mostrado el Scratch. Ecuador, por su parte, comenzaba a desesperarse y perder efectividad.
A los 26, llegaría otro gol más: Maicon, por lejos la figura del partido, desbordaría desde la derecha y lanzaría un centro preciso hacia el centro del área. Neymar, que llegaba a la carrera, la tocaría despacio y con tranquilidad para poner el 4 a 2 y casi asegurar la punta del grupo para Brasil.
Finalmente, tras este gol, el partido se diluyó lentamente, ya que Brasil dominaba la posesión y Ecuador no conseguía desequilibrar y conectar una buena jugada en ataque.
El partido finalizaba con un 4 a 2 en el marcador que, para mí, no correspondió a lo que se vio plasmado en la cancha. Creo que el partido era para un 2 a 2 y hasta un 3 a 2 para Brasil, pero esta diferencia de dos goles no era acorde a lo sucedido en el trámite general del encuentro. Sin embargo, que se puede decir: es la Copa América.

Sufrió y pasó
Por los últimos enfrentamientos del grupo B, el cruce era entre Venezuela y Paraguay, quienes venían siendo de lo mejor del grupo en cuanto a rendimiento.
Paraguay debía ganar para clasificar sin riesgos, mientras que la vinotinto ya estaba clasificada y guardaba algunos jugadores. El partido tendría su primer gol muy rápidamente: A los 4 minutos, Rondon avanza solo hacia el área de Paraguay y saca un remate violento que se mete en el arco de Villar. Venezuela ganaba y quedaba como líder, mientras Paraguay arriesgaba su clasificación.
Tras el gol, la selección guaraní comenzó a intensificar su juego, buscando un empate que le diera tranquilidad, pero Venezuela neutralizaba correctamente los intentos de gol. A medida que el conjunto paraguayo avanzaba, la vinotinto parecía meterse atrás. Finalmente, el empate llegaría a los 32 minutos: Tras un centro, Estigarribia metería un cabezazo que daría en el palo, y luego de una serie de rebotes desordenados en el área, Alcaraz fusila a Vega para el 1 a 1. Luego de este gol, no habría más situaciones importantes durante el primer tiempo. Así, ambos equipos debían salir a buscar la victoria en la segunda mitad.
Apenas arrancado, quien más buscó el tanto fue el conjunto guaraní, y tuvo su recompensa a los 17: Valdez saca un zurdazo que Vega rechaza bien, pero Barrios llega para poner el 2 a 1 y tranquilizar al Tata Martino. A partir del gol, el partido comenzó a trabarse y jugarse fuerte, ya que Venezuela buscaba el empate y Paraguay trataba de quedarse con la victoria.
A los 40, llegaría otro cachetazo para los venezolanos: Tras un tiro libre, Riveros conecta un potente cabezazo al arco de Vega y pone el 3 a 1, aniquilando cualquier ilusión de los vinotintos. Paraguay clasificaba tranquilo, y Venezuela era el otro clasificado.
Pero el fútbol, si algo nos demuestra constantemente (y en especial en esta copa), es que nunca hay que quedarse con la lógica, y que un partido no termina hasta que el árbitro pita el final. Y digo esto porque apenas 4 minutos después, Fedor sacaría un buen disparo en el área que, desviado por Torres, se metería en el arco de Villar y pondría las cosas 3-2. Paraguay se ponía nervioso con el gol, y los venezolanos volvían a tener esperanzas.
A un minuto del final, sucedió la jugada de película: Última pelota, corner para Venezuela. El arquero Vega va a buscar el cabezazo. Final a todo o nada para la vinotinto, y el corner que va transitando el camino hacia el área mientras miles de venezolanos contienen la respiración. El arquero Vega que encuentra la pelota, y la peina con un cabezazo, dejándosela a Orozco. Y, como dice otra máxima del futbol, “dos cabezazos en el área es gol”. Orozco se lanza en una palomita heroica y convierte el empate, en la última, tras ir perdiendo 3 a 1 hace tan solo 4 minutos.
Finalmente, el partido terminó en un 3 a 3 increíble. Ambas selecciones clasificaron, ya que Paraguay quedó entre los dos mejores terceros. Una vez más, esta Copa América nos dio una lección sobre varios tópicos del fútbol a los cuales nos afianzamos cuando el partido se nos complica. En este caso, Venezuela lo demostró.