The wild bunch (Sam Peckinpah, 1969. EEUU): seguramente el trabajo de más lustre de un director que nunca se llevó bien con la industria, un feroz y apasionado western dominado por su extrema violencia, presente en su arrollador arranque, uno de los inicios-emblema del género, al menos en su etapa crepuscular, y su no menos sanguinaria resolución. Definió el estilo del autor de Perros de paja, especialmente por lo que concierne al recurso del ralentí. El poderío de ciertas de sus imágenes, ya digo que llenas de sangre, y la épica de unos personajes en el tramo final del relato, lo convierten en un film de obligado visionado, el cual redefinió las bases del género americano por excelencia, insuflándole vida.