Después de tantos años usándolo, una de mis sorpresas fue comprobar el enorme grado de desconocimiento sobre GTD que existía aún en aquel momento. No es que no se conocieran los detalles sobre el método, es que ni siquiera se había oído hablar de él.
Las primeras iniciativas formativas en las que participé se debieron, sobre todo, a “early adopters”, normalmente gente de negocio que ya usaba GTD y quería extender sus beneficios a su equipo o departamento.
Meses más tarde, ya con algunas horas como formador en GTD a mis espaldas, me di cuenta de que mis “oportunidades de mejora” eran inmensas. De hecho, y aunque creo que desde entonces he mejorado mucho, estoy convencido de que siguen siendo inmensas
Esta toma de conciencia me hizo pensar en cómo podría mejorar la experiencia de aprendizaje de GTD de forma significativa y sostenible. Significativa porque mi objetivo era contar con un canal que me permitiera incorporar mejoras de forma continua, no sólo esporádica. Sostenible porque, cuando no lo es, la innovación acaba siempre en segundo plano.
Este pensamiento me llevó a su vez a otro. Posiblemente no era la única persona con esos problemas, así que a lo mejor la solución también podía ser compartida. A raíz de aquello, decidí contactar con las personas de mi red que tenía identificadas como formadoras en GTD: Jeroen Sangers, Alberto Barbero y Antonio José Masiá.
Lo hice y les comenté la idea: ¿qué os parece si compartimos nuestras experiencias formando en GTD para mejorar e innovar en nuestra actividad?
La respuesta fue fantástica y nos pusimos manos a la obra. Desde entonces venimos funcionando como una Comunidad de Práctica (CoP) polivalente, en la medida que somos Comunidad de Aprendizaje, de Gestión del Conocimiento y de Innovación.
Hoy, dos años más tarde, mi balance personal es enormemente positivo. He aprendido un montón y además me lo paso genial y me encanta trabajar con mis colegas artesanos. Gracias a ellos, he incorporado a mis talleres un buen número de ideas, dinámicas y aprendizajes que de otro modo no habrían sido posibles. Y tengo la sensación de que aún está todo por hacer.
Durante este tiempo el nivel de conocimiento y el interés por GTD han aumentado sensiblemente. Aunque siguen siendo una minoría, ya hay un número importante de organizaciones públicas y privadas que apuestan por esta metodología como herramienta para la mejora de la productividad personal de sus profesionales.
Esta demanda creciente está animando a muchas personas a convertirse en formadores en GTD, lo cual nos parece una excelente noticia. Sin embargo, nos preocupa que con GTD pase lo mismo que con el coaching: que a falta de una regulación clara sobre el tema, cualquiera pueda decir que forma en GTD y en realidad estar hablando de cualquier otra cosa. Nos preocupa porque una mala experiencia de cliente con un “supuesto GTD” perjudica la reputación de GTD como metodología y por tanto perjudica nuestro trabajo.
Ninguno de nosotros estamos formados ni avalados por David Allen pero todos nos reconocemos mutuamente como conocedores en profundidad y, sobre todo, practicantes experimentados de GTD “en versión original”, sin “aditivos”. Eso nos permite tener confianza mutua en que estamos dando a conocer GTD tal y como es; fiel a sus principios, manteniendo la esencia del método tal y como lo concibió David Allen. Si luego cada persona concreta quiere “versionarlo”, ya es cosa suya.
Estos dos objetivos: innovar en formación de calidad en GTD y garantizar formación genuina en GTD original nos llevaron a sintentizar hace ya unos meses nuestro propósito como red:
“Construir una comunidad sostenible que garantice la formación genuina en GTD”
GTD Lab es una red abierta, aunque lógicamente existen unos criterios de entrada y permanencia claros y definidos orientados a mantener la coherencia con nuestro propósito. Estos criterios, junto con otras informaciones útiles sobre la operativa de la red, puedes encontrarlos en esta página del blog: “GTD Lab”.
Y si te interesa y cumples los criterios indicados, dínoslo. Nos encantará que pases a formar parte de la red porque, como decía antes, aún está todo por hacer.
¹ Ni la red GTD Lab, ni ninguno de los nodos de GTD Lab, representa, está afiliado, ha sido entrenado o está avalado por David Allen o la David Allen Company. Los nodos de GTD Lab simplemente comparten su conocimiento y experiencia personales en el uso de GTD. GTD y Getting Things Done son marcas registradas de la David Allen Company.
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