Guadalajara 2011/Día cinco

Publicado el 31 marzo 2011 por Diezmartinez

Jean Gentil (República Dominica-México-Alemania), exhibido en la sección iberoamericano de ficción, es la clásica cinta festivalera promovida por la fundación Hubert Bals. Estamos en un escenario -relativamente- exótico, seguimos con cuidado los ires y venires del personaje solitario del título y hay dosis precisas de naturalismo, humor y reflexión existencial. No hay nada de malo en ello, pero la fórmula empieza a desgartarse.En el segundo largometraje de la pareja formada por Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas (la más lograda Cochochi/2007) la sombra de Kiarostami es más que evidente. Jean Gentil (él mismo, llamado Jean Remy Genty) es un haitiano desempleado que deja Santo Domingo para irse al interior de la isla. El hombre, tímido, calmo y sereno, se siente abandonado por Dios, a quien le pide continuamente que lo ilumine.El filme ha entusiasmado a varios de mis colegas y es uno de los candidatos fuertes para llevarse algún premio pero, en lo personal, este tipo de cine de la Fundación Hubert Bals empieza a cansarme. En todo caso, el slow cinema de Guzmán y Cárdenas no llega a agobiar porque está aderezado con algunas pequeñas dosis de buen humor.Asalto al Cine (México, 2011), opera prima de Iria Gómez Concheiro, es otra fuerte candidata a llevarse algo a la hora de los premios. Exhibida en la sección de largometraje de ficción, el filme es una sólida crónica social de cuatro jovencitos de la colonia Guerrero defeña que, nomás porque sí, un poco en forma de juego, otro poco en forma de reafirmación existencial, deciden robar un cine.A la película le sobran algunas escenas y creo que sería mucho más lograda con varios minutos menos, pero el reparto juvenil (el ubicuo Gabino Rodríguez y varios jóvenes de esa misma colonia) es magnífico, los diálogos son muy vivaces, la secuencia del robo al cine está muy bien montada y, en general, la impresión que deja Gómez Concheiro es que se trata de una cineasta aún inexperta pero con un pulso seguro y firme a la hora de contar su historia. El desenlace es tan opaco como justo.La sorpresa, hasta el momento, ha sido Aquí entre Nos (México, 2011), primer largometraje de Patricia Martínez de Velasco, filme exhibido también en la sección mexicana de largometraje de ficción. No se trata del más arriesgado ni el más propositivo de los filmes nacionales que he visto, pero sí puedo afirmar que es el más limpio de todos. Me refiero a que se trata de una agradable cinta comercial que no desea ser más que eso precisamente y que, sin embargo, deja caer por ahí y por allá algunos elementos más que pertinentes sobre el matrimonio, la familia y las relaciones de pareja.No he visto el trabajo anterior de la señora Martínez de Velasco -algunos cortos, básicamente- pero en Aquí entre Nos demuestra que es una cineasta con impecable ritmo narrativo -ninguna escena se alarga, los cortes son precisos- y más que competente en la dirección de actores -aunque con un reparto encabezado por un espléndido Jesús Ochoa y una irreconociblemente ligera Carmen Beato, la verdad es que Martínez de Velasco la llevaba ganada desde el inicio.Rodolfo Guerrero (Ochoa) es una arquitecto cincuentón que empieza a hartarse de ser "explotado" -así dice él- por su aún guapa mujer Miriam (Beato) y sus tres hijas,  una de ellas casadera. Rodolfo no es ninguna perita en dulce -tiene una amante (Giovanna Zacarías), puede ser muy impertinente y malhumorado- pero uno entiende por qué ese viejo panzón conquistó en su momento a su esposa y por qué sus hijas -especialmente la pequeña- lo quieren tanto. El tipo tiene encanto y carisma.La cinta no es más que una comedia de enredos familiares -rompimientos y reconciliaciones incluidas- pero el ritmo es muy ágil, algunos diálogos son genuinamente divertidos -no sabía que Beato podía ser tan buena actriz cómica- y, como no queriendo la cosa, el guión escrito por la propia Martínez de Velasco deja caer una que otra escena interesante -la plática sobre sexualidad que tiene Miriam con sus dos hijas mayores- y abre y cierra con una vulgaridad bien ejecutada. Por lo que he escrito, pareciera que estamos ante una obra maestra que ganará el Mayahuel y blablablá. Nada de eso: de hecho, la película acaso no debería estar en competencia. Al final de cuentas, se trata de un filme sencillo, convencional y con un potencial taquillero notable, si es que los productores la pueden vender bien. De todo lo visto en competencia, Aquí entre Nos no será la mejor película nacional pero si es, en definitiva, el producto comercial más decente.Algo similar podría afirmarse de Adiós, Mundo Cruel (México, 2010), opera prima de Jack Zagha Kababie exhibida fuera de concurso, si la cinta no fuera tan irregular. En todo caso, más allá de que la descripción de su personaje central es por lo menos muy caprichosa, hay que admitir que la película es consistentemente entretenida y, en ocasionales, hasta hilarante.La trama gira sobre un pobre diablo que, después de ser despedido de su trabajo, por mera casualidad termina perteneciendo a una tintanesca banda de ladrones. Rodeado de sus nuevos amigos, Ángel (Juan Carlos Orozco), nuestro protagonista, tendrá la genial ideal de secuestrar un feroz "león asiático" para pedir un millonario rescate por él. Más allá de las inconsistencias en la descripción del personaje central -un apocado tipo que de la nada se convierte en un audaz ladrón- hay que aceptar que la película se deja ver por su relajiento sentido del humor. Algunas secuencias funcionan muy bien -la divertida planeación del asalto, el león convertido en mascota de la casa, una borrachera que termina en serenata con "taka-taka" arrimado- y, por lo menos a la función que asistí, la gente reía a carcajadas. El único problema para vender al gran público este filme es la ausencia de estrellas: tengo la sensación que si Eugenio Derbez apareciera como protagonista, Zagha Kababie tendría el taquillazo nacional del año.