Al igual que con Trujillo, tengo que reconocer que no sabía mucho de esta población. Posiblemente habría oído su nombre en alguna ocasión, pero nada más. La verdad es que fue un acierto hacer una visita, aunque solamente fuera por unas pocas horas, y es que es lo que tienen estos pequeños núcleos urbanos: Que en unas pocas horas ya lo has visitado todo, o por lo menos has visitado lo más importante. Personalmente me gusta tomarme mi tiempo, aunque en los viajes en los que, como en este caso, vas acompañado, tampoco puedes tomarte todo el tiempo que te gustaría. Y al igual que la mayoría de los lugares que visité de esta comunidad, me hubiese gustado pasar un poco más de tiempo, pero en ocasiones las cosas van como van.
Una de las cosas que más me gustaron de esta población fueron sus calles jalonadas con pórticos. Tengo que reconocer que siento cierta debilidad por esta clase de arquitectura, y la cual no puedo disfrutar en mi vida diaria y apenas cuando visito determinados lugares. Al menos yo personalmente siento que esta clase de arquitectura le da cierto sabor a antigüedad, y si no fuera por los modernos coches, podría casi jurar que he viajado unos cuantos años al pasado, y tengo que reconocer que en ocasiones me encantaría poder viajar algunos años en el pasado para poder respirar el ambiente real de aquella época.